Díaz asegura que el pacto es por cuatro años y que su única opción siempre ha sido el PSOE

Tachi Izquierdo

La Laguna —

El alcalde de La Laguna, el nacionalista José Alberto Díaz, ha manifestado en su primera jornada como regente de su municipio, que dada la diversidad del actual consistorio, este mandato “se centrará aún más en un gobierno para todos y en la búsqueda del bien común”.

Díaz aseguró que está convencido de que el pacto con los socialistas “será para todo el mandato”, pues indicó que el PSOE “ha demostrado a lo largo de su historia que pone a La Laguna por encima de sus intereses partidistas”.

Con respecto al líder de esta formación, y su primer teniente de Alcalde, Javier Abreu, señaló que en su reciente discurso, en el que dedicó en una primera parte a explicar los desacuerdos, conflictos internos y descontentos, “a continuación se centró a pensar ya en La laguna y la gobernabidad”.

Así, indicó que CC está convencido de una visión de permanencia, continuidad y de avanzar, a la vez que señaló que gobernar es esta ciudad “es también una responsabilidad de la oposición”, entre cuyos partidos dijo que esperaba una visión de interés por la generalidad y no partidista con la intención de paralizar la actividad municipal, algo que, señaló, no observó en las intervenciones de sus portavoces.

Al ser cuestionado por la cierta sensación que había dejado entrever Abreu, de pactar con su partido a regañadientes, dijo que entendía que el malestar del dirigente socialista “es sobre la situación del pacto PSOE-CC en otros puntos de la isla, pero no en el ámbito de La Laguna exclusivamente”. Así, dijo: “nuestra actitud es dialogante y no hay ningún tipo de conflicto entre nosotros, porque las diferencias durante la negociación fueron puntuales y ahora estamos con un nivel de cordialidad exquisita”.

En cuanto a la sentencia de su socio en la sesión de investidura, de que el acuerdo con el PSOE no “suponía un cheque en blanco para CC”, Díaz dijo que su partido “tampoco los da, porque cada uno tiene sus criterios y hay líneas rojas que nosotros no dejamos pasar”.

En cuanto a las características especiales de un gobierno en minoría, y la necesaria postura de diálogo con todas las formaciones de la oposición, el mandatario nacionalista dijo que “es algo que no me asusta, pues he puesto en práctica la búsqueda de consenso en los últimos cuatro años”.

“Ahora nos corresponde a todos actuar con sabiduría y altura de miras, para entre todos hacer el esfuerzo para saber en qué cosas nos ponemos de acuerdo”.

Con relación a los resultados electorales, señaló que la lectura que sacaba de los mismos “es el serio retroceso que ha sufrido CC, pero somos la primer organización que han apoyado los votantes”. Indicó que, a falta de un análisis más en profundidad, CC tuvo sus peores resultados en el distrito nordeste, “donde hemos dejado de ser primera fuerza, un retroceso que obedece, entre otros motivos, a la entrada de nuevas organizaciones políticas con una visión global de hastío de la política”.

Aseguró, no obstante, que si no hubiese una vinculación al pacto regional, su apuesta de gobierno “sería la que se ha hecho”, pues explicó que “desde el principio he defendido que el gobierno sería con el PSOE. Con los resultados que se han dado, continúo con esa predisposición”.

El alcalde lagunero indicó que “las labores de gobierno no es solo es responsabilidad de los que están en el ámbito de la gestión, sino de la oposición”, aunque ratificó que en su preferencia de gobernabilidad “está la que se ha configurado”. A pesar de que es un modelo en minoría, señaló que con relación a la decisión de su compañero de filas en la capital, José Manuel Bermúdez, que optó por la estabilidad que le daba el número suficientes de concejales, “el problema está en la comparativa, pues digo que en La Laguna defendí desde el primer momento ir en minoría, con un elemento de consenso y con apoyos”. Señaló que, una cosa es el resultado, y otra cosa en cómo se llega, y es diferente en ambas ciudades“.

Indicó que Javier Abreu, como compañero de camino, representa la voluntad de un grupo determinado de ciudadanos y de un partido, y que ambos “estamos en disposición de seguir con el nivel de conversaciones”, contactos que, aunque aún no alcanzan el nivel al que llegaron con el anterior alcalde, Fernando Clavijo, “me corresponde tener ese liderazgo en el diálogo y estar al nivel que requiere la ciudad también con el resto de portavoces”.

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