La justicia niega el permiso de armas a un inspector jubilado que se siente amenazado por un atracador al que envió a prisión en Tenerife
El Tribunal Superior de Justicia de Madrid (TSJM) ha rechazado permitir que un exinspector jefe de la Policía Nacional pueda utilizar un arma corta, porque en su momento había sido amenazado de muerte por el líder de una banda de atracadores que metió en prisión y que operaba en Tenerife.
El agente jubilado impugnó la resolución dictada en 2023 por la Intervención Central de Armas y Explosivos de la Dirección General de la Guardia Civil, por la que se le denegaba la licencia de armas B que había pedido.
Entre los motivos que no se consideran suficientes para acceder a la petición están que el “mero hecho” de haber pertenecido al Cuerpo Nacional de la Policía durante 40 años, y alcanzado el puesto de inspector jefe, no implica un riesgo especial. A lo que se uniría que en el tiempo que lleva retirado, desde 2013, no haya ocurrido ningún percance.
Interior señala que ni de la documentación aportada ni del informe elaborado por la Comandancia de la Guardia Civil en Santa Cruz de Tenerife, entre otros, se desprende que exista un peligro concreto que justifique la amenaza para poseer armas cortas.
El recurrente apunta que en el último año que estuvo activo participó en la detención de una banda que atracaba gasolineras en Tenerife, y que su cabecilla lo amenazó de muerte.
Incluso asegura que así lo repitió el delincuente durante el juicio en el que el detenido fue condenado a 12 años de prisión. A la vez añade el expolicía que no hay dudas de que es capaz de conservar de forma correcta el arma y la necesidad de contar con ella.
“No puede pretenderse que alguien que ha dedicado su vida al servicio y cuidado de esta sociedad, poniendo en riesgo su integridad personal, se vea, una vez jubilado, desprotegido frente a posibles represalias, en el momento en que más ayuda necesitaría”, añade su defensa.
El abogado del reclamante pide que se tenga en cuenta que la edad impide o al menos dificulta su integridad personal, y más aún cuando cuenta con un informe psicológico positivo sobre el uso de armas.
“¿Acaso no es razonable que alguien que ha tenido y renovado durante más de 40 años licencia de armas, la mantenga? ¿Qué requisitos han cambiado para que ahora no sea favorable su concesión?”, se pregunta el abogado de la defensa.
Sin embargo, la Delegación del Gobierno en Canarias informó desfavorablemente al considerar que en esta cuestión se deben aplicar siempre medidas de control restrictivas.
El TSJM rechaza que “el hecho de haber sido policía nacional durante 40 años, y haber intervenido en detenciones y actuaciones inherentes a su cargo, sirva de justificación, para más de una década después de su retiro, porte un arma”.
El tribunal echa de menos que no se aporte un indicio concreto de que pueda ser objeto de represalias pero apunta que en cualquier caso su seguridad está garantizada por medio de los cometidos habituales y propios de los cuerpos de fuerzas y seguridad del Estado.
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