Se consumó una de las últimas escaramuzas mauricianas, consistente en elevar a la máxima instancia a Adán Martín, previo pacto de reparto de una vicepresidencia y de la más ambicionada consejería sin esperar a que se celebren las elecciones, se conozcan los resultados y se decida en sede parlamentaria quién va a gobernarnos. Pero en fin, las cosas de Coalición Canaria son así, del mismo modo que serán así los meses que le esperan al todavía vicepresidente y ahora candidato oficioso de aquí a las elecciones. De entrada ya se anda preguntando el personal por su inacción como consejero de Economía, Hacienda y Comercio en los escándalos que revolotean alrededor del presidente de la Cámara de Comercio de Las Palmas, José Miguel Suárez Gil, al que muchas de las asociaciones que creó le están acusando hoy mismo de cosas muy gruesas. Quedamos a la espera de acontecimientos de aquí a mayo y a lo que contarán aquellos a los que se prometió una dirección general de Comercio una vez se confirma que no será Martín el que reparta esos caramelos.