La oposición en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria afila garras ante lo que se presume chapuza-finis operis de la alcaldesa Luzardo. De natural honrada, sus nervios han operado en su contra en el asunto del escalextric y no ha permitido otros consejos que los ukases energúmenos de Larry y Soria. Las obras que actualmente ejecuta Fomento de Construcciones y Contratas (FCC), nada tienen que ver con lo adjudicado ni en presupuesto ni en contenido. Recuerden: el que no proyecte salida por la izquierda en el teatro, fuera del concurso. Y ahora se ejecuta la salida por la derecha (ole, que ole y olé). Dirán que ha sido por imposición del servicio de Carreteras o del Cabildo (menudo cabreo tiene Miguel Jorge Blanco), pero lo irregular es contratar lo incompleto, lo provisional, lo inconveniente, lo no autorizado para que, cuando a continuación actúen administraciones más sólidas, ejecutar otra cosa. Eso sí, todo diferente menos el contratista, que es el mismo. El mismo que viste calza.