No eran horas propias de que algún crucerista despistado transitara la zona. Pero hubo gran cantidad de testigos. Ocurrió todo lo que les vamos a contar entre las 20.30 y las 20.55 de este lunes, justo en la puerta del hotel Fataga, en la capitalina calle de Néstor de la Torre. De repente, un policía municipal aparece empujando a un compañero que, subido sobre una moto del cuerpo, trataba de arrancarla. Los testigos los perdieron de vista en dirección al mercado municipal, sin que tengamos constancia de que alguno de los dos fuera de esos saboteadores del parque móvil de los que ha hablado la alcaldesa. Sólo unos minutos después se formó en la misma calle una gran pelotera de tráfico. El motivo: una enorme grúa maniobraba para retirar una guagua municipal averiada. Son estampas de una ciudad moderna, segura, competitiva y nada decadente. Dónde va a parar.