Carolina Darias apretaba continuamente el botón de rellamada de su teléfono móvil a mediodía de este martes desde Madrid, tras su reunión en el Ministerio. Quería hablar con dos personas, Salvador García Llanos, su antecesor, y Paquita Luengo, el nombre que más propuso el PSOE canario para ocupar el puesto que ha aceptado ella. Quería darles una explicación de su silencio, por lo demás impuesto por Madrid. A García Llanos le dijo lo que siempre le ha dicho, que elija dónde quiere estar, que ella le dirá que sí. Pero el actual delegado se marcha algo quemado y decepcionado, y a algunas personas les ha confesado que el cuerpo le pide volver a su plaza de redactor del Diario de Avisos.