La censura previa está prohibida por la Constitución española y por el Código Penal, así que ya sabrán Arnáiz y Cruz en qué jardin andan metidos. Nosotros, sin embargo, debemos estarles agradecidos porque gracias a ese afán nos han convertido en un objeto de deseo entre los funcionarios portuarios. No les vamos a explicar el procedimiento que utilizan para poder leer prácticamente todo nuestro periódico en horario de oficina porque perdería la gracia el asunto. Pero el caso es que nos leen, especialmente en días como éste en que nos dedicamos con tanto esmero a contar las cosas que se cuecen en esa casa. Por cierto, si no leyeron nuestros tops de este fin de semana, no dejen de visitar nuestra hemeroteca. Están archivados en el periódico del sábado.