No fue la de este viernes una despedida cordial la que se profesaron los concejales que lo han sido durante el mandato 2007-2011 en el Ayuntamiento de Las Palmas de Gran Canaria. La remisión al pleno de este viernes del informe final de la comisión de investigación del caso Canódromo lo enturbió todo, especialmente por la particularidad de que ese feo asunto que todavía se dilucida en los tribunales tiene como uno de sus protagonistas al que ha resultado elegido por los ciudadanos próximo alcalde de la ciudad. Ángel Sabroso y Felipe Afonso El Jaber se ocuparon en el último pleno municipal de la era saavedriana de afear a los socialistas el mal gusto que han tenido de no levantar una puñetera alfombra en todo el mandato para hacerlo el último día, como si fuera una bomba con espoleta retardada que dejan sobre el tapete para que le estalle en las narices al nuevo regidor municipal. Porque, efectivamente, Juan José Cardona no se encuentra imputado en ninguna causa judicial, pero es evidente que las responsabilidades políticas de ese asunto le corresponden en función de su participación como concejal de Urbanismo del alcalde Soria cuando se formalizó el convenio urbanístico que dio lugar a ese quebranto económico para la ciudad, cifrado nada menos que en casi cinco millones de euros. ¿Cinco millones de euros? Jo, cómo se parece esa cifra al otro quebranto pelotero del Soria alcalde, el caso La Favorita.