Efectivamente, tal y como ha concluido esta sentencia de primera instancia, Fernando González se condujo por su cuenta y a lo bestia cuando denunció a Tomás van de Walle ante los tribunales. Así quedó acreditado en el juicio en boca de todo un ex presidente, Román Rodríguez, y del entonces consejero de Turismo, Juan Carlos Becerra. Pero ya saben también que ha quedado claro que ni siquiera Paulino Rivero estuvo al corriente de los hervores judiicales de la mano derecha de José Carlos Mauricio. Es previsible que la sentencia sea recurrida por el condenado, como va a ser recurrida por los demandantes, que reclamaban 70.000 euros en función de todas las facturas judiciales a las que tuvo que hacer frente Tomás van de Walle por las divertidas andanzas de Fernandito por mis pistolas. No habrá suficientes bolsas del Corte Inglés para esta vaina.