Los vecinos no salían de su asombro, sobre todo cuando requirieron al agente que antes de llevarse el coche abierto pero bien aparcado, ordenara a la grúa la retirada de otro vehículo muy cercano (a veinte metros, aseguran los testigos) que se encuentra abandonado de modo absolutamente innegable. A tal requerimiento el policía explicó que para esa retirada sí hace falta una denuncia formal de cualquier ciudadano y luego esperar el advenimiento de la grúa. ¿Y para retirar el coche abierto no hace falta denuncia alguna?, se preguntaban atónitos los contribuyentes. Por cierto, hablando de contribuyentes, el agente confirmó a los paisanos sus sospechas: el coste de la grúa y los gastos de potrero tendrá que abonarlos el usuario que se despistó y dejó abierto su automóvil. Ya saben, si quiere colaborar con su Ayuntamiento a sanear sus arcas y no se le ocurre una fórmula mejor, deje su coche bien aparcado, pero abierto, que ya vendrá la grúa extravagante, con su policía al frente, a hacer el resto del trabajo.