Muy leguleyo no ha de ser Santiago Pérez cuando este martes logró que los letrados del Parlamento de Canarias acabaran sin acuerdo la reunión que sostuvieron por espacio de dos horas para analizar la sujeción al reglamento de la moción de reprobación contra Soria. El portavoz socialista presentó un escueto y lacónico escrito que no admite más interpretaciones que las imprescindibles: “El Parlamento de Canarias acuerda reprobar al consejero de Economía y Hacienda del Gobierno de Canarias, el Excelentísimo Sr. Don José Manuel Soria López, en relación con la interpelación 1/11”. Los letrados parlamentarios, de común muy miedosos con el poder establecido, y más miedosos aún de las encolerizadas reacciones que suele tener Soria contra ellos cuando contravienen sus designios, prefirieron tomar un acuerdo aséptico a la par que incoloro, inodoro e insípido: “No hay acuerdo”.