En vez de menguar, el cabreo entre los cachorros del PP por el poder perdido, se acrecienta. Bueno, por el poder perdido y por la forma de perderlo, que ir por ahí con los pantalones en los tobillos no es plato de gusto para nadie. La treintena de altos cargos cotizaban un 3% (siempre un 3%) de la nómina en favor del partido, con lo que la tesorería del PP pierde unas perritas que entendemos le serían muy útiles. Pero, además muchos de los afectados son funcionarios y les faltaban dos meses para consolidar el nivel superior dentro de la escala de la Función Pública, el nivel que, como es sabido, se logra a los dos años de ostentar el cargo. Comprendemos por qué algunos no quieren saber nada de las pulseritas, que tando les recuerdan a La Gran Marina, que les ha devuelto a la realidad y a los niveles anteriores.