Tanto campo, tanto verde, y de todas las canchas tan sólo se salva el Alfonso Silva, la que tiene mayor graderío, ubicada en la parte de arriba del complejo y escenario de los partidos del Universidad. El resto, donde suelen entrenar equipos de fútbol base y grupos de amigos amantes de fútbol (unos con más acierto que otros) está patas arriba, por lo que se han tenido que buscar acomodo a los conjuntos federados en otros terrenos municipales ahora que empieza la temporada y se debe entrenar. Total, que el resto, los ciudadanos de a pie, sin cancha para practicar el fútbol y no se sabe por cuánto tiempo.