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Pequeña guía de Río de Janeiro: lo más importante de la ciudad carioca

El Cristo Redentor abre sus brazos sobre la ciudad de Río de Janeiro.

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Río es única. Es una ciudad que no deja a nadie indiferente y que rara vez decepciona. Es una metrópolis desmesurada; un auténtico universo de ciudades distintas entre sí, enfrentadas y, muchas veces, contradictorias que se desparraman formando una masa urbana en la que coexisten, a pocos metros, los palacetes y los condominios de lujo con las famosas favelas. Escenario desmesurado de uno de los más fastuosos carnavales del mundo y destino playero por antonomasia. Sede del mítico Maracaná, el estadio de fútbol más grande del mundo, y casa del Cristo Redentor, otra de las muchas celebridades cariocas. Río es una ciudad grande, pero lo más importante se puede visitar en tres o cuatro días si te organizas bien y no te dejas seducir por la posibilidad de ‘perder’ alguna jornada bajo el sol en Ipanema o Copacabana. Los secretos para abarcar lo más posible es saber bien lo que se quiere y se puede ver y hacer uso del transporte público. El Metro de Río cubre la inmensa mayoría de los atractivos turísticos y culturales y permite recorrer en poco tiempo las enormes distancias de la ciudad que hacen prácticamente inviable recorrer grandes distancias a pie.

SUBIR AL CRISTO REDENTOR.- Es uno de los imprescindibles. Y hay que intentar ir a primera hora de la mañana para poder ver la ciudad iluminada con las primeras luces del día. Lo más normal es comprar la entrada por anticipado, pero puedes tener la mala suerte de subir con mal tiempo (que no tiene mucho sentido ya que lo más impactante de la vista es la vista sobre la ciudad y la preciosa Bahía de Guanabara). La manera más rápida y bonita de llegar hasta aquí es a través del Tren Cremallera del Corcovado (Rua Cosme Velho, 513; Tel: (+55) 21 2558 1329; Bus desde Copacabana e Ipanema: Línea 583; Bus desde zona centro Líneas 180 y 184), que sube hasta el Parque Nacional de Tijuca en un trayecto espectacular (y de paso visitas el famoso Largo do Boticario). Es conveniente sacar el billete con antelación (incluye la entrada al monumento) para evitar las enormes colas. El primer tren sale a las 8.00. La otra opción rápida es usar Las Van de Paineiras do Corcovado, unos minibuses que salen desde la Praça do Lido –Copacabana- y Largo do Machado –Catete- y te llevan hasta el Centro de Interpretación de Las Paineiras, ya dentro del Parque Nacional –entre las 8.00 y las 16.00-. Si no quieres hacer larguísimas colas puedes sacar la entrada con antelación –también te da prioridad de embarque-. Otra opción para aventureros es el sendero que sale desde el Jardín Botánico y sube hasta la mismísima base de la estatua. Si llegas temprano vas a encontrar menos gente y puedes dedicar un par de horas a visitar el Parque Nacional de Tijuca, que es el bosque urbano más grande del mundo y, también, un buen ejemplo de selva lluviosa llena de vida. Si tienes tiempo, este lugar merece una jornada completa de idas y venidas.

UNA TARDE EN IPANEMA.- La garota más famosa de la música mundial se bañaba en esta enorme playa de arena clara que sirve para culminar uno de los barrios más exclusivos de la ciudad. Una sucesión de calles en damero que cubren la porción de tierra que separa el Atlántico de la Laguna Rodrigo de Freitas, otra de las estampas más características de Río. Pese a las apariencias (enormes filas de edificios de apartamentos de lujo, oficinas y hoteles), el vecindario esconde algunos iconos cariocas importantes: quizá el más famoso es el Bar Garota de Ipanema (Rua Vinícius de Moraes, 49; Tel: (+55) 21 2523 3787), el lugar dónde Vinicius de Moraes y Tom Jobim escribieron la famosa canción (antes se llamaba Bar do Veloso) engatusados por la belleza de Helô Pinheiro, una jovencita de 17 años que pasaba a menudo por el bar. Pero también hay algunos centros culturales de buen nivel (el más visitable es la Casa de Cultura Laura Alvim), una famosa feria hippie (Praça General Osorio) y, sobre todo, está la playa. Hay que tratar de llegar aquí con tiempo para llegar a la famosa Pedra do Arpoador al atardecer y dejarse de llevar por una de las experiencias cariocas más auténticas.

EL CENTRO DE RÍO.- El centro de Río se articula en torno al eje que forman la Praça Quince de Novembro (aquí se encuentran el antiguo Palacio Imperial y la primera Catedral de la ciudad), el Largo da Carioca y la Praça Cardeal Câmara. El casco histórico de la capital carioca no presenta un todo uniforme como sucede con otras ciudades brasileñas. Aquí, los recuerdos en piedra de los años de la colonia portuguesa y los primeros tiempos del país se mezclan con grandes edificios de apartamentos y oficinas y algunas obras maestras de la arquitectura contemporánea como la imponente pirámide circular de la Catedral Metropolitana (Av. Chile, 245; Tel: (+55) 21 2240-2669). El centro carioca te va a sorprender para bien. Aquí te vas a encontrar con verdaderos iconos de Río, como los Arcos da Lapa, una elegante arcada encalada que se construyó en tiempos de portugueses como acueducto y que hoy sirve de puente al bondinho histórico –tranvía- que sube hasta el bonito barrio de Santa Teresa, o la emblemática Confitería Colombo (Rua Gonçalves Dias, 32; Tel: (+55) 21 2505-1500), una maravillosa cafetería de finales del XIX que es una joya en sí misma. Un lugar en el que se tocan la historia y la ciudad contemporánea es el Largo da Carioca: a un lado torres de cemento y cristal y al otro el espectacular Convento de Santo Antonio (Largo da Carioca, sn; Tel: (+55) 21 2262-0129), un complejo colonial del siglo XVIII repleto de obras de arte y de historias: entre sus muros, por ejemplo se gestó la independencia de Brasil. A dos pasos se encuentra la Praça Floriano, que presume de alojar a dos de los grandes edificios públicos de la ciudad: el Teatro Municipal y la Biblioteca Nacional –la más grande de Latinoamérica-.

El trozo mejor conservado de la ciudad anterior al siglo XX se extiende entre Santo Antonio y la Avenida Presidente Vargas, con callejas repletas de viejas casas de estilo colonial y art deco que se han convertido en un gigantesco mercado callejero. Puedes bajar hacia la costa por Presidente Vargas hasta La Candelaria (Pío XII, sn) para que veas una de las joyas barrocas de la ciudad. Para terminar el paseo te proponemos dos lugares: si no estás cansado de ver arte colonial date un paseo hasta el Monasterio de San Benito (Rua Dom Gerardo, 68; Tel: (+55) 21 2206 8100), que tiene un interior que te va a dejar pasmado, y termina el paseo en el Boulevard Olímpico (Avenida Rodrigues Alves, 335), un paseo marítimo inaugurado con motivo de los Juegos de 2016 con un espectacular edificio de Santiago Calatrava (el Museo Amanhã), grafitis y el Acuario de Río de Janeiro.

LA SAMBA Y LA PEDRA DO SAL.- El Sambódromo (Rua Marquês de Sapucaí; Tel: (+55) 21 2976 7310) es otro de esos iconos cariocas por excelencia. Aquí se celebra el acto más multitudinario y colorista del famoso Carnaval de Río, pero también es un lugar dónde los visitantes puedes acercarse a visitar el lugar y, en los meses previos a las fiestas, ver los ensayos de alguna de las escuelas de Samba de la ciudad. Pero si te interesa mucho la historia de la Samba y su dimensión cultural debes visitar la Pedra da Sal, un lugar con encanto en el populoso barrio de Saúde. Aquí se establecieron, durante la época de la colonia, muchos esclavos negros libertos que trabajaban en la descarga de sal (de ahí el nombre del lugar) y las tareas portuarias. Se cree que este lugar (al que llamaban la pequeña África) nació la Samba. El grupo cultural Roda de Samba da Pedra do Sal suele organizar conciertos aquí a primera hora de la noche los lunes y los viernes. Es una buena oportunidad para conocer la historia de este movimiento cultural más allá del marketing o las lentejuelas del Carnaval.

EL BARRIO DE SANTA TERESA.- Santa Teresa se encarama a un pequeño morro situado justo en frente del Largo da Carioca. Este barrio señorial cuajado de antiguas mansiones coloniales y art decó se ha ido reconvirtiendo a lo largo de los años: primero fue el lugar de residencia de las familias más ricas de la ciudad y ahora es un lugar cuajado de talleres de artistas, centros culturales y galerías que es conocido como el Montmartre carioca. Hasta los accesos a Santa Teresa son especiales. Desde la Praça Felix laranjeiras sale el famoso bondinho (tranvía) que escala hasta el famoso largo do Curbelo, en el corazón del barrio a través de los Arcos Da Lapa. La otra forma de escalar (o descender, claro está) hasta el centro urbano es la Escalera de Selarón, la famosa escalinata adornada con azulejos y que sube desde la calle Joaquim Silva hasta la puerta del precioso Convento de Santa Teresa (Ladeira de Santa Teresa, 52; Tel: (+55) 21 2224 1040), otro de los numerosos tesoros de la época colonial que guarda la urbe carioca. Cualquier excursión por Santa Teresa deberá incluir el Parque de las Ruinas (Rua Murtinho Nobre, 169; Tel: (+55) 21 2215 0621), antigua mansión reconvertida en parque público desde dónde puedes disfrutar de una de las mejores vistas de Río.

 DE COPACABANA AL PAN DE AZÚCAR.- Es una de las playas más famosas del mundo (si no la más); pero no deja de ser una playa. Y si te somos sinceros, a nosotros hasta nos decepcionó un poco (las hemos visto mejores en Canarias, por ejemplo). Pero es otro de los imprescindibles si visitas la ciudad y sus más de 3,2 kilómetros de longitud son el paseo más frecuentado por locales y extraños que se dejan ver acá aún cuando no está el día para ir a la playa. El Fuerte de Copacabana, una amalgama de edificios militares de casi todos los siglos, ocupa uno de los extremos de la playa; tiene buenas vistas y poco más pero sirve de arranque del paseo hasta la Praça do Lido, otro de esos centros urbanos importantes de Río. A dos pasos de la plaza está el Parque Estatal de Chacrinha, otro de esos trozos de bosque virgen que se encuentran insertados por todos lados. Juntamos la playa con otro de los obligados cariocas: subir hasta la cima del Pan de Azucar. Lo primero que tienes que hacer es llegar al coqueto barrio de Urca, otro de esos puntos bonitos (lo mejor es llegar hasta la Estación de Metro de Botafogo desde Cardenal Arcoverde –Línea 1 (Naranja)-y ahí tomar en la Rua do Voluntarios da Patria la Línea 513 de autobús). El Bondinho del Pan de Azúcar (Av. Pasteur, 520) fue el primer teleférico que se instaló en Latinoamérica y permite subir hasta lo alto de este emblema natural que trasciende a la propia ciudad. Las vistas desde allí arriba son, sencillamente maravillosas.

¿VISITAMOS ALGUNA FAVELA? Es una pregunta compleja. Nosotros hemos visitado algunos de estos barrios precarios en varias ciudades latinoamericanas –incluida Río- por cuestiones de trabajo y no nos atrae mucho la idea de convertir este tipo de lugares en atractivos turísticos más allá de que es indudable de que la entrada de turistas es una fuente de riqueza que puede influir de manera positiva en la comunidad. En otro post te hacemos una disección de la inseguridad en la ciudad e incluimos esta cuestión. ¿Se puede ver alguna favela? La respuesta es sí. ¿Se puede ir a cualquier favela? La respuesta es no. Hay varios de estos barrios que han sido ‘pacificados’ –ver iconos grises en el mapa- y que, incluso, acogen algunos alojamientos, como sucede en Vila Canoas y Vidigal. Otros lugares similares que se pueden visitar son Santa Marta, la famosa Vila Rocinha o Morro do Cantagalo –dónde hay un museo sobre la historia del barrio-. ¿Se puede hacer una visita por cuenta propia? Los foros aseguran que Santa Marta y Vidigal se puede visitar sin guía, pero nosotros no te lo recomendamos. Las favelas son lugares muy complicados y cualquier error puede tener consecuencias graves. Hay agencias que ofrecen este tipo de tours en los que puedes conocer la historia del barrio, su vida social y cultural y probar la gastronomía popular.

FUERA DE RUTA: VISITAR EL MUSEO DE ARTE CONTEMPORÁNEO DE NITERÓI.- La ciudad de Niterói ocupa la margen oriental de la Bahía de Guanabara. Sobre una peña que da al mar se encuentra el Museo de Arte Contemporáneo de Niterói (Mirante da Boa Viagem, sn; Tel: (+55) 21 2620 2400), una de las obras maestras del mítico arquitecto brasileño Óscar Niemeyer. Para llegar hasta aquí puedes tomar el transbordador del Grupo CCR (línea Praça Arariboia) hasta Niterói y tomar la línea 47 A o 47B en la Avenida Ernani Amaral Peixoto (ver mapa).

Fotos bajo Licencia CC: Dennis Jarvis; Pedro López; Marinelson Almeida - Traveling through Brazil; Nan Palmero; Rogério Zgiet; Luiz Fernando Reis; Cyro Silva; Delaina Haslam; Mario Duran-Ortiz

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