Un viaje a las Islas Orcadas: espíritu vikingo al norte de Escocia
Más ovejas que gente. Muchas más. El paisaje de Mainland es una sucesión de campos verdísimos donde pacen miles de ovejas. Apenas se ven algunos árboles aislados (hasta el punto que a un centenar escaso de hayas y pinos sobre un breve río turbero lo llaman bosque de Happy Valley): sólo el verde esmeralda de los pastos y el plomizo de un mar que rara vez ve cielos azules. Estamos en un lugar tan extremo como bello. Al norte del norte. A poco más de 10 kilómetros del extremo norte de Escocia este conjunto de 70 islas ofrece una de esas experiencias viajeras tan genuinamente escocesas que se salen de autenticidad. Un trozo de tierra pequeño y áspero que hoy habitan unas 25.000 personas. Un trozo de tierra que atesora una historia potentísima y que se deja sentir casi a cada kilómetro de recorrido. Una tierra que esgrime con orgullo una identidad que colisiona, incluso, con las identidades de Escocia o el Reino Unido. Porque estas tierras hablan inglés casi por casualidad. Por culpa de una dote impagada.
Los veranos en las Órcadas son tiempos felices. Los días se vuelven casi interminables y las temperaturas dan un respiro a gentes que están acostumbrados a los rigores de la tormenta y el frío durante buena parte del año. El verano se inaugura con el Festival de San Magnus, dos semanas donde se como, se bebe, se canta y se baila con el solsticio (cuando se prenden grandes hogueras) como excusa. Es la mejor época para visitar las islas. Es la noche ideal para visitar El Anillo de Brodgar (B9055), uno de los círculos de piedra prehistóricos más espectaculares de las Islas Británicas. En una estrecha lengua de tierra rodeada por dos lagos, este círculo de más de 100 metros de diámetro es ‘contemporáneo’ al famoso Stonehenge (en torno al 2.500 AC) ocupa un lugar de centralidad en un entorno literalmente lleno de tumbas megalíticas y otras estructuras de piedra milenarias en un parque arqueológico extensísimo y espectacular. Este archipiélago es un paraíso para los amantes de la historia. A pocos kilómetros de aquí puedes flipar visitando Skara Brae (B9056) la aldea prehistórica mejor conservada de todo el mundo; a tiro de piedra de Brodgar entrar en el Cairn de Ustan (A965), una tumba de corredor de más de 5.000 años que parce que la hicieron antes de ayer… Y así hasta decir basta.
Hablábamos antes de una deuda. Estamos en Escocia por culpa de una boda. A finales del siglo XV Noruega estaba pasándolo mal. Un enlace matrimonial con Escocia parecía ser la solución. Pero el rey noruego no pudo pagar la dote y entregó a cambio la soberanía de unas islas que, desde el siglo IX estaba en poder de los nórdicos (los temidos jarls vikingos y, después, la Noruega cristiana). En Brough de Birsay, en el extremo norte de Mainland, se pueden ver los cimientos de viejos salones, casas y almacenes de aquellos primeros siglos de presencia vikinga en el Archipiélago. Y también una iglesia y un castillo que pone de manifiesto como aquellas mujeres y hombres se asentaron en las islas y pervivieron a través de cambios: como el dejar a los viejos dioses y abrazar el Cristianismo. La presencia de la cultura nórdica va mucho más allá de restos arqueológicos (como el Salón de Skaill –junto a Skara Brae- o los restos del barco funerario que se encontraron en la playa de Skar -isla de Sanday- y que ahora pueden verse en el Museo de Kirkwall). La cultura del norte sigue presente hasta el punto de que la mayor parte de los habitantes de Las Órcadas se consideran más noruegos que escoceses. “Es hora de pagar la dote”. El mantra no es cosa de dos o tres iluminados o nostálgicos.
Kirkwall ejerce de capital de las islas y junto a Stromness concentra a casi la mitad de las 22.000 almas que viven en el archipiélago. Es un pueblo de importancia situado en una bahía perfecta para protegerse de los vientos y las corrientes. Aquí se encuentran la Catedral de San Magnus; el Castillo del Obispo y un casco histórico muy bonito en torno al viejo puerto. Aquí la influencia de más de cinco siglos de vinculación con Escocia se dejan sentir en las fachadas de piedra de las grandes casonas y las cotages (casas pequeñas) que forman el centro. Aquí uno de los lugares que tienes que ver sí o sí es el The Orkney Museum (Broad Street, sn) un lugar que aunque pequeño cuenta con una colección que para sí la quisieran otros museos del mundo. En las salas de este pequeño palacete puedes ver la potencia histórica de este archipiélago: hay restos prehistóricos, pictos, romanos, vikingos, medievales… Y es que en pleno casco urbano hay una casa prehistórica de la Edad de Hierro perfectamente conservada: Grain Earth House (Swordfish Road). En torno a la ciudad se han descubierto varias de estas casas subterráneas, viejos molinos de agua y tumbas monumentales (las chambered cairns –cámaras techadas- que están por todas las islas).
Camino a Burwick.- Entre Kirkwall y el puerto de Burwick hay 38 kilómetros por carretera con varios pasos por los ‘causeways’ isleños, diques artificiales que conectan unas islas con otras. El paseo es de una belleza brutal y permite acercarse a algunos puntos de interés. Como la Playa de Scapa, a dos pasos de la capital. Paradas imprescindibles: la Destilería de whisky de Scapa y el Royal Oak Memorial Garden, que rinde homenaje a los muertos en el hundimiento del famoso barco atacado por submarinos alemanes durante la II Guerra Mundial a muy poca distancia de aquí. El objetivo de esta excursión es llegar hasta el extremo sur del Archipiélago en South Ronalsday después de hacer varios saltos. La meta final es Burwick un viejo puerto donde se encuentra la iglesia histórica de Santa María. Pero en el camino podemos ver tumbas megalíticas, castillos, aldeas de pescadores, playas, cantiles… Es increíble como cabe tanto en un espacio tan limitado.
Un paraíso para los amantes de las aves y la fauna marina.- El nombre de Orkney Islands alude a unos de los vecinos y vecinas más ilustres del archipiélago. Los vikingos llamaron a este lugar algo así como Tierra de las focas. Los mejores lugares para ver focas en el archipiélago son las islas de Hoy y Rousay (la mejor de todas para ver estos mamíferos increíbles). Pero desde Mainland se puede acceder hasta South Ronaldsay por carretera para ver el santuario de focas de Manse Bay donde hay un centro de rescate de focas. En el norte de Mainland se encuentra la Reserva Natural de Marwick Head, una zona de cantiles costeros de gran belleza que aloja enormes colonias de aves marinas.
El mayor cementerio de barcos de guerra del mundo.- El trozo de mar que existe entre las islas de Mainland, Hoy y South Ronaldsay sirvió durante la Primera y la Segunda Guerra Mundial como base principal de la Royal Navy en el Mar del Norte. A este lugar se le conoce como Scapa Flow un lugar de aguas mansas protegidas por las islas principales y una multitud de pequeñas islas y peñascos. El lugar es famoso por el hundimiento de la Gran Flota alemana tras la rendición de la Primera Guerra Mundial. La mayor parte de los barcos hundidos fue retirada pero aún hay una docena de ellos que son un santuario para buceadores. Muy cerca de aquí se encuentran los pecios de dos barcos británicos: el Royal Oak y el Vanguard. Un espectáculo que también se puede ver en seco en el Scapa Flow Museum (Lyness) donde se custodia una gran cantidad de restos de la flota hundida. Hay un ferry que llega desde Mainland (Houton) hasta las mismas puertas del museo.
Como llegar hasta las Islas Orcadas.- La forma más rápida para llegas hasta Mainland es utilizar el diminuto Aeropuerto de Kirkwall, aeródromo que se encuentra a escasos kilómetros de la capital de las islas. Hasta Kirkwall vuela la compañía Loganair que ofrece conexiones diarias con Edimburgo, Aberdeen, Glasgow, Inverness y Sumburgh (Islas Shetland). Y también dos conexiones semanales con Bergen, en Noruega. La otra manera de llegar hasta este conjunto de islas es por mar. La conexión más directa con el norte de la Gran Bretaña es a través del puerto de Scrabster. La compañía North Link Ferries conecta el norte de Escocia con el puerto de Stromness con una travesía que dura 90 minutos (unos 20 euros por trayecto en temporada alta y 64 euros el coche –las bicis gratis-). También se puede viajar en ferry desde Aberdeen. La travesía dura unas seis horas y el precio del billete es de unos 35 euros (llevar un coche supone un gasto de unos 130 euros y las bicis van gratis).
Moverse entre las islas.- Si vas en un viaje de tres o cuatro días creemos que debes centrarte en Mainland y su ‘causeway’ hasta South Ronaldsay y dar dos saltos: a Hoy y a Rousay. Si sólo puedes ir a dos islas vete a esta última. Es, junto a Mainland, la más interesante del Archipiélago desde el punto de vista natural e histórico. En esta isla vas a encontrar verdaderas joyas como las Tumbas de Corredor de Blackhammer y Taversöe Tuick; el Castillo de Trumland House; el Conjunto Arqueológico de Midhowe Broch (con restos prehistóricos, vikingos y medievales) o la colonia de focas de Saviskaill Bay. La empresa Orkney Ferries es la encargada de las conexiones interinsulares. El puerto de partida hacia Rousay es el de Tingwall y el de Hoy es Stromness. Las travesías son cortas y alucinantes.
Moverse por Mainland.- Es posible recorrer casi toda Mainland en transporte público. Hay 10 líneas de autobuses locales con un grado de cobertura territorial brutal y con horarios que van desde las cinco de la mañana (salidas desde Kirkwall) hasta altas horas de la noche. Los horarios también contemplan las salidas y llegadas de los diferentes ferries que van y vienen entre las diferentes islas. Otra opción para recorrer Mainland por tu cuenta es alquilar una bicicleta. Las distancia no son grandes (desde Kirkwall las distancias máximas rondan los 25 kilómetros) y la orografía de la isla no demanda grandes esfuerzos. Hay dos agencias de alquiler de bicicletas: Orkney Cycle Hire (54 Dundas Street –Stromness-) y Cycle Orkney (Tankerness Ln –Kirkwall-). El alquiler de una bici eléctrica ronda las 35 libras esterlinas al día; una normal cuesta unas 25.
Fotos bajo Licencia CC: b k; Vicky Brock; Jenny Laird; Odd Wellies; Rab Lawrence; Edward Tenny; C Hollingsworth; Shadowgate; Mark Longair; Charlie Marshall
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