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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

Noticia servida automáticamente por la Agencia Europa Press

Continúan las protestas contra los espigones de La Magdalena

El Grupo Alceda y la Asociación en Defensa de los Recursos Naturales de Cantabria (ARCA) han convocado una nueva concentración de protesta y han puesto en marcha una campaña en la plataforma change.org para pedir la paralización de la construcción de los espigones para la estabilización de las playas de La Magdalena y Los Peligros y la retirada de las “grandes escolleras” que ya se han levantado y que consideran “una actuación destructiva”.

La concentración será este domingo, 18 de marzo, a las 12 horas en el Barlneario de La Magdalena. La campaña suma ya más de 3.500 firmas en apoyo a la paralización de las obras de estos diques, una actuación que depende de la Dirección General de la Sostenibilidad de la Costa y del Mar del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente (MAPAMA) y que conlleva una inversión de unos 2,3 millones de euros.

Pero las organizaciones promotoras de la campaña, que ya convocaron una concentración contra estos espigones el pasado 4 de marzo, consideran que la actuación es “un atentado al patrimonio paisajístico de Santander” y piden su paralización para poder conservarlo.

El Grupo Alceda y ARCA ha lamentado que las “grandes escolleras” se están construyendo “sobre uno de los patrimonios paisajísticos más singulares de Santander, la Ensenada de la Magdalena, una verdadera joya de la relación ciudad-naturaleza”.

Y con ello, indican, “se está produciendo un atentado sobre un excepcional entorno de la ciudad de Santander, un paisaje de categoría equiparable a un gran monumento histórico en que se combina la naturaleza y la historia” y que además es la “postal más divulgada” de la ciudad.

Para estos colectivos, “afrontar la cuestión de la deriva de las arenas pasa por una investigación adecuada que, de manera cuidadosa, proporcionada y responsable, actué de la forma poco agresiva, con la mínima afección al medio natural y evitando el hiriente impacto paisajístico del estamos siendo testigos”.

En este sentido, apuntan que el mantenimiento de las arenas en ciertas partes de la playa “se ha hecho tradicionalmente de manera periódica, cuando se produce algún temporal excepcional”, a través de rellenos, y considera que tratar de evitar eso con “la construcción de estas grandes escolleras es un proceder impropio de un lugar tan sensible”. “Resulta una solución innecesaria, obsoleta, destructiva y fuera de escala”, añaden.

También se refieren al coste de la actuación, unos 2,3 millones de euros, cuantía que dicen “serviría para mantener la limpieza y dragado convencional de las arenas durante más de 30 años, sin tener que alterar el paisaje que existe, y se tendría todo este tiempo para investigar y proceder de manera mucho más proporcionada, natural y respetuosa”.

“Se están construyendo dos grandes espigones de más de 200 metros de escolleras que destruyen lo que supuestamente dicen que van a conservar. La propia actuación se ha vuelto en el verdadero problema y la acción más irracional. No se atienden las causas, la única certeza es la destrucción los relevantes valores paisajísticos y de un entorno con un alto grado de naturalidad”, concluye el texto de la petición de change.org.