La pandemia quintuplica la pobreza en Cantabria y eleva a 25.000 las personas en situación de privación material severa

Rubén Alonso

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Que la pandemia ha traído consigo efectos negativos en la economía más allá de las consecuencias sanitarias es de sobra conocido. No obstante, las cifras de los estragos que ha causado la COVID en las condiciones de vida de la población comienzan a cuantificarse. En concreto, en Cantabria, según se desprende del 'XI Informe anual sobre el estado de la pobreza y la exclusión social en España' elaborado por EAPN (European Anti-Poverty Network), la pobreza se ha multiplicado por cinco desde que irrumpió el virus, pasando de 5.000 a 25.000 las personas en situación de privación material severa.

Además, según este documento consultado por elDiario.es, alrededor de 59.900 personas se encontraban en una situación de pobreza severa en 2020, 10.200 más que el año anterior. Y es que en 2020, la tasa de pobreza severa en la comunidad alcanzó el valor más alto de todo el período estudiado (desde 2008) y llegó al 8,7%, un aumento de 1,7 puntos con respecto a 2019, de 2,3 puntos con respecto al año 2015 y de 4,7 puntos con respecto a 2008.

Las personas son pobres cuando no pueden disponer de los recursos materiales, culturales y sociales necesarios para satisfacer las necesidades básicas mínimamente aceptables para el Estado en el que viven. “La pobreza severa mide el grado más intenso de esa situación y se define como aquellas que viven en hogares cuyos ingresos por unidad de consumo son inferiores al 40% de la mediana de renta nacional”, explica el informe.

Pero aún hay más. Otro de los indicadores, citado anteriormente, que mide el documento se refiere a la privación material severa (PMS), que refleja la “carencia o dificultad para consumir algunos productos concretos básicos que se definen a nivel europeo y supone una vulnerabilidad muy grave para las personas afectadas”. Este indicador aumentó en 2020 tras el descenso en 2019 hasta situarse en el 4,4% de la población cántabra. “Este incremento debe calificarse de muy elevado, pues implica multiplicar por cinco la cifra del año 2019”, detalla el documento.

“En términos absolutos, unas 25.000 personas, 20.000 más que el año anterior, se encuentran en una situación de privación material severa”, apunta, detallando que este incremento de la privación material severa en Cantabria es muy superior al registrado en la media nacional, tanto en términos absolutos como relativos. Así, el incremento nacional fue de 2,3 puntos porcentuales que equivalen al 49%, mientras que el crecimiento en Cantabria es de 3,5 puntos porcentuales que equivalen al 389%.

Si se bucea en los detalles objeto de estudio para dar con el porcentaje de este indicador, cabe destacar especialmente el conjunto de personas que no pueden permitirse una comida de carne, pollo o pescado cada dos días, que se ha incrementado desde el 0,6% hasta el 3,6%, es decir, un crecimiento del 500% que, según señala el informe, “queda relativamente oculto a causa de la exigüidad de los porcentajes”.

También es reseñable el porcentaje de aquellas personas que no pueden mantener la vivienda con temperatura adecuada, que se ha incrementado en un 93% -desde el 3% hasta el 5,8%- y aquellas que tienen retrasos en la vivienda principal cuyo porcentaje se ha doblado sobradamente y ha pasado desde el 3,1% hasta el 6,8%. Finalmente, los datos muestran que la población que tiene problemas para llegar a fin de mes se ha reducido de forma importante, y aunque en 2020 alcanzó el 40,6% del total de la población, el 2018 fue del 64,8% y en 2019 del 57,8%.

Finalmente, el informe sostiene que el 7,8% de la población menor de 60 años residente en Cantabria vive en hogares con baja intensidad de empleo. Este indicador se refiere a las personas entre 0 y 60 años que viven en hogares en los cuales se trabaja menos del 20% de su potencial total de empleo. La tasa ha evolucionado alternando periodos de descenso con periodos de fuerte incremento, pero siempre en progresión creciente hasta el año 2014 y decreciente en el período posterior y, además, de forma muy similar al registrado por el conjunto del territorio nacional. En términos absolutos, unas 31.900 personas, 500 menos que en 2019, vivían en 2020 en hogares con baja intensidad de empleo.

European Anti-Poverty Network (EAPN) es una Plataforma Europea de Entidades Sociales que trabajan y luchan contra la Pobreza y la Exclusión Social en los países miembros de la Unión Europea. Las entidades que forman la Red Cántabra de lucha contra la Pobreza y la Exclusión Social defienden “la interlocución con la Administración para aunar esfuerzos y dar respuesta a los problemas sociales que aumentan en nuestra comunidad”. Hacen “un llamamiento a la Administración autonómica para que se desarrollen políticas sociales con medidas específicas, en relación a las rentas mínimas, pensiones dignas, protección a la vivienda, inserción socio-laboral, que mejore las condiciones de vida para que se puedan alcanzar los objetivos marcados por la Agenda 2030”.