Prohibido abortar: memoria oculta del aborto en España

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Durante décadas abortar en España fue un acto clandestino, peligroso y solitario. Las mujeres que lo hicieron dentro de nuestras fronteras no dejaron huella en las estadísticas, pero sí en los pisos ocultos donde podían abortar. Algunas, las más privilegiadas, cruzaron fronteras para hacerlo en París o Londres. Se calcula que 40.000 mujeres embarazadas se iban a abortar al extranjero cada año. Mientras tanto, la ley las perseguía, la Iglesia las juzgaba y el Estado las ignoraba.

Cuando se cumplen 40 años de la despenalización del aborto en España, contamos a través del libro “Un aborto, 8000 pesetas” (Libros del K.O.) junto a su autora Paula Boira, como en los primeros años de la Transición, se organizaron redes clandestinas armadas con botes de Nescafé y bombas de bicicleta que pusieron al alcance de todas las españolas el método más seguro para interrumpir el embarazo conocido entonces. Nos acompañan también para rescatar la memoria de aquella lucha, los testimonios de Consuelo Catalá, que fue estudiante de medicina en València, y que tras intentarlo en España tuvo que viajar a París para abortar, experiencia que la motivó a aprender a practicar abortos y ayudar a otras mujeres; y Paca Martínez López, hija de exiliados españoles en Francia que se graduó en Medicina en París a finales de los sesenta y se sumó al movimiento pro-abortista en el país galo y con la abogada.

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Y para contar cómo la lucha por un aborto libre, seguro y gratuito en otros lugares, hablamos de Argentina con Myriam Bregman, abogada por los derechos humanos y de los trabajadores, militante del PTS, exdiputada y un referente feminista de las mareas verdes por la conquista del derecho al aborto.