El president de la Generalitat, Salvador Illa, ha anunciado una auditoría y una “revisión de protocolos” en el IRTA-CReSA, el centro de investigación de sanidad animal de referencia en Catalunya que trabaja desde hace años con el virus de la peste porcina africana y que podría ser el origen del brote del virus detectado hace una semana.
El Ministerio de Agricultura abrió este viernes una investigación tras hallar indicios de que los contagios podrían no haberse originado en comida contaminada, como se creía hasta ahora, sino desde el laboratorio donde se trabaja con el virus. La sede del IRTA se encuentra a un kilómetro de donde se hallaron los dos primeros jabalíes infectados.
En una rueda de prensa este sábado tras presidir el comité de crisis, el president ha anunciado que ha encargado al IRTA una auditoría de sus instalaciones y una revisión de protocolos en sus cinco centros, ubicados en el radio de 20 kilómetros de foco de la peste porcina. “No podemos descartar ninguna hipótesis”, ha indicado Illa.
El president ha querido mandar un mensaje de tranquilidad. “Estamos conteniendo el brote en la zona de riesgo”, ha dicho Illa, que también ha agradecido el trabajo de los cuerpos de seguridad y los Agentes Rurales para vigilar el radio y evitar la propagación de la peste porcina
Un millar de policías y efectivos de emergencia permanecen desplegados en un radio de 20 kilómetros para impedir que la población acceda a zonas naturales por las restricciones impuestas en Barcelona para evitar la propagación de la peste porcina africana (PPA), sin que por el momento se hayan detectado incidencias relevantes.
La Generalitat ha endurecido las restricciones en los accesos a las zonas naturales para evitar la expansión de la peste porcina africana, confirmada ya en 13 ejemplares de jabalíes siempre de la misma zona, el entorno de Cerdanyola del Vallès. En una resolución aprobada este viernes, el Departamento de Agricultura decretó el cierre a la ciudadanía de las zonas boscosas, prados y caminos rurales en los 91 municipios considerados del perímetro afectado.
Después de que la Comisión Europea trazara un perímetro con esos 91 municipios, todos ellos del entorno de Barcelona, la Generalitat ha ajusta ahora sus restricciones a esos parámetros. Si antes hablaba de dos radios de afectación, de 6 y 20 kilómetros, ahora pasa a incluir los municipios en dos grupos: los de riesgo alto y los de riesgo bajo.