Xavier Trias prepara su regreso como alcaldable en Barcelona mientras tantea sus apoyos en Junts

Arturo Puente

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El exalcalde Xavier Trias es el candidato que mejores resultados podría darle a Junts en la capital catalana. Así lo cree, al menos, buena parte de su partido, que en los últimos meses ha tratado de extenderle la alfombra roja para que dé el paso. Él está dispuesto, como ya dejó caer en una entrevista antes del verano. Pero no a cualquier precio. El exalcalde está preparando una vuelta a la primera fila de la política, pero antes quiere estar seguro de que cuenta con el apoyo de los principales sectores de Junts, que podrá confeccionar un equipo a su medida y, también, que tal y como se dice su candidatura tendría buenas expectativas electorales.

“Trias no se presentará para salvar los muebles, sino solo si cree que puede ganar”, afirma una fuente del entorno del exalcalde, que remarca que por el momento la decisión final no está tomada. No lo está, entre otras cosas, porque el que fuera primer edil de Barcelona entre 2012 y 2015 se encuentra de vacaciones en Menorca y sin prisa para dar el sí quiero definitivo. Tiene previsto guardar silencio durante todo el verano, a la espera de que se vayan despejando algunas de las incógnitas que le interesan, como si las dos facciones enfrentadas en Junts llevarán la guerra a la designación del alcaldable de Barcelona o, al contrario, se unirán en torno a su figura.

Trias está dispuesto a dar marcha atrás a su candidatura si la corriente partidaria de Laura Borràs, la que de entrada está más alejada de sus posiciones, presenta batalla en las primarias que, según los estatutos de Junts, deben celebrarse sí o sí. Es una de las condiciones de mínimos que Trias ha transmitido a los que le apoyan: no se presentará con medio partido en contra. Eso no significa que no pueda pasar por unas primarias, pero sí desea evitar a toda costa que el proceso de elección del candidato de Junts se convierta en un nuevo 'harakiri' público del partido.

Esta última cuestión, sin embargo, podría haberse encarrilado, tal como dan a entender las declaraciones de Jaume Alonso-Cuevillas, uno de los hombres más cercanos a Borràs, que también suena como candidato para la alcaldía de Barcelona. Preguntado por la cuestión, el ahora diputado dejó caer que no tenía interés en presentarse en unas primarias contra Trias. “Si quiere optar él y postularse como alcaldable, deberemos respetarle porque merece esta reparación”, afirmó en una entrevista en Catalunya Ràdio.

Cuevillas aludía de paso a la “reparación” del exalcalde, en referencia a las acusaciones falsas que algunas cloacas policiales y periodísticas vertieron sobre Trias durante la etapa final de su mandato. Esta historia ha vuelto a tomar vuelo gracias a las revelaciones de los audios del excomisario Villarejo y es una buena baza para el exalcalde en dos sentidos. Por un lado, le allanan el paso en su propio partido, donde le reconocen su derecho a resarcirse. Por el otro, es un látigo contra el partido de la actual alcaldesa Ada Colau, que en la campaña de 2015 coqueteó con estas acusaciones.

Pese a esto, entre su círculo cercano afirman que la cuestión de las noticias falsas no es la razón principal de Trias, ni tampoco pretende convertirlo en el principal tema de campaña. Si el veterano convergente vuelve, afirman, es sobre todo porque en 2015 “le quedó el regusto de que le había faltado una legislatura” para acabar algunas ideas que tenía en mente. Además, según recuerdan estas mismas voces, después de perder la alcaldía, Trias completó la legislatura en la oposición, tal y como se había comprometido, hasta 2019. “Ha seguido muy activo políticamente, con mucho interés por la ciudad, y últimamente ha tenido la sensación de que todo el mundo le pedía que volviera”, explican desde su entorno.

El exalcalde, desde su retiro isleño, medita sobre su proyecto, pero también sobre su equipo. En las últimas semanas ha sonado con fuerza el nombre del actual conseller de Salut, Josep Maria Argimon, como uno de los integrantes de su candidatura. Un extremo que por ahora ni en el entorno de Trias ni en el del conseller confirman, pese a que hay sintonía entre ambos. En el equipo de Argimon se remiten a sus últimas declaraciones sobre la cuestión, en las que no cerraba la puerta a lanzarse a por la alcaldía de la capital. Sin embargo, una cosa es dar un paso para ser cabeza de lista y otra diferente abandonar un Govern para irse como concejal. Por esta razón, en su partido hay quien considera que un tándem entre los dos médicos, Trias y Argimon, no es la opción más probable.

La última condición que ha revelado Trias es la de tener las encuestas de cara. Hasta el momento los pronósticos han sido inclementes con el espacio que representa Junts en Barcelona, que ha pasado en una década de los 15 concejales a los cinco en las últimas elecciones y que, según los sondeos, sigue en caída. La salida de Elsa Artadi, en mayo pasado, acabó de hundir las expectativas de la formación, que se quedó sin liderazgos a un año de las municipales.

Por eso, una de las claves de la operación Trias es convertir su regreso en un revulsivo electoral que, de paso, cambie el escenario para otros partidos, como ERC o el PSC, contra quienes competiría electoralmente y que podrían tener que reenfocar su campaña. En el equipo de Trias están convencidos de que la vuelta del exalcalde sería suficiente para darle la vuelta a las tendencias. Pero las encuestas internas, que no llegarán hasta septiembre, tendrán la última palabra sobre si esta sensación es real o solo una ensoñación de sus fieles.