11 auténticos restaurantes de cocina catalanísima más allá de los calçots

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Ya te recopilamos aquí algunos restaurantes catalanes por el resto del Estado, pero lo realmente complicado ha sido realizar esta selección entre las decenas de casas de comidas de toda la vida que merecen, hoy como ayer, una visita. Aun siendo solo once los escogidos, te va a costar decidir.

En Barcelona capital

Ca l'Estevet

Ahí está, desde 1890, incólume frente a las aventuras y desventuras del Raval y de las pandemias y las crisis habidas y por haber, este restaurante que regenta la familia Ros Cabot con excelsa profesionalidad y un generoso menú de menos de 30 euros en el que apetecen cantidad de platos de la carta tipo: cap i pota en ensalada o en sanfaina, caracoles para relamerse con su alioli, confit de pato de Lluçanès a la naranja, tierno bacalao a la llauna o a la salsa París, que también va con el entrecot o el solomillo; o albóndigas con sepia y gambas.

Gelida

Es obra y gracia de Albert Llopart, cuyo padre adoptó un pequeño bar en 1946 y, en los 60, lo amplió uniéndolo a una antigua carbonería y, desde entonces, ahí continúa esta emblemática bodega en cuya barra se toman ‘garrafetas’ o ‘porronets’. A mediodía, unas 30 especialidades en generosas cantidades y por una calidad precio de otros tiempos, con propuestas diarias como becerra guisada, canelones, arroces, fricandó, tripa o el bacalao.

7 Portes

Un clásico centenario que reivindica los “platos en peligro de extinción” como fricandó de ternera con setas de temporada y hierbas de montaña, ciervo fileteado a los dos vinos con puré de patatas, cebollas y castañas confitadas; canelones tradicionales, bacalao con muselina de ajos de la Sra. Carmen o rape al ajo con almejas y patatas o a la Barquera acompañado de alioli, espinacas a la catalana o escudella para Navidad.

L’Avenir

De Roger Viñas y Chesco Salrach, ofrece, tanto en bocados como para compartir, algunos platillos típicos como seques con tripa de bacalao y alga còdium, estofado de garbanzos con cuir y cola de cerdo; cap i pota con sepia o manitas de cerdo con romesco, ajos tiernos y setas; crema de col con tocino de coll con cordal, sonsos (una especie de chanquetitos) Caprese, cordero con sabaiona de ajos tiernos y pan tostado con hierbas o arroz de oreja de conejo, que están incluidos en el menú degustación. Pica el bolsillo pero está muy rico todo.

Can Culleretes

Es el restaurante más antiguo de Barcelona, como trasluce su decoración modernista y sus propuestas de cocina de mercado catalana con sus éxitos tradicionales que han dado fama al restaurante: el Menú Especial 1786 y el Menú de la Familia Agut-Manubens.

Piensa en butifarras con judías, lechón a la catalana, civet de jabalí, bacalao “a la llauna”, pies de cerdo, canelones “los de siempre”, pato guisado con ciruelas, escalivada tibia con queso de cabra, huevos al plato o, de postre, crema catalana. Para salivar...

Can Vilaró

Mantiene su autenticidad desde hace más de un siglo, aunque la última familia, que va ya por la tercera generación en el negocio, lleva casi 55 años respetando su recetario tradicional con propuestas estrella de casquería como ración de tripa o de tripa y cap i pota con garbanzos o cerebritos enlucidos; platos del día tales como conejo rustido a les Hierbas de la Segarra, meloso de ternera con patatas y albóndigas con setas. Para postre, propuestas como el flan de Can Flori y el típico mel i mató. 

En el Maresme, supercatalanes

Restaurant Collsacreu

En Arenys de Munt, oferta la típica tostada con escalivada y anchoas, caracoles a la llauna, canelones caseros, judías con guisantes, patata de Olot o cabrito rebozado o al horno. También hacen carnes a la brasa como cordero, pies de cerdo o conejo, que igual prefieres guisados con caracoles o sanfaina. De temporada, destacan las manzanas rellenas de Sant Martí.

Can Suñé

En Caldes d’Estrac, en el Maresme, sorprende con sus cocas de recapte, entrantes fríos como los farcellets de brandada de bacalao con mousse de escalivada y olivada o el carpaccio de pies de cerdo con habitas vinagreta de gambas y setas con copos de foie; las tarrinas de marinados y de foie o las cazuelas de pulpitos con judías del gancho, langostinos y almejas, la romescada con rape, merluza, langostinos, almejas, mejillones y patatas con un toque de romesco; más carnes o arroces y fideuas.

Por otras comarcas

El Celler de Matadepera

En la comarca del Vallés Occidental, es uno de los restaurantes más reconocidos de Cataluña, fundado por el exquisito chef Lluís Bernils padre, que ha sido secundado en sus artes culinarias por sus dos hijos, Ricard y Pau Bernils. 

En su acogedor espacio, que empieza por una agradable terraza con brasas y te recibe con la calidez de la piedra en Dollhouse, o en su elegante comedor, puedes probar varios menús: de tapas, de brasas o gastronómico. O bien escoger a la carta con clásicos catalanísimos como canelones de pollo asado, fricandó de ternera, arroz a la brasa con costilla de cerdo o alubias del Ganxet DOP con butifarra negra. 

Ferrer de Tall

En Vilanova de Sau, comarca de Osona, ha mantenido la tradición familiar de Can Ferrer, en pie desde 1964, gracias al trabajo de Lidia Mongay junto a Núria Herrero y a Joan Riera. Al que sumaron el toque hiperprofesional de la chef Maria Nicolau en 2017.

En su menú de temporada, por 22 euros, tienes delicias a escoger entre coca enramada de espinacas, tomate escalivado, morcilla y jugo de asado; canelones de asado, guisos de porchetta asada y crujiente o cazuela de asado de pato, pollo y salchichas con melocotón; cola de becerra y pastelillo de patata y llardons; estofado de caza de corzo o de jabalí, mar y montaña de manitas de cerdo con cigalas o pilotilles con calamarsets

Restaurant Gaia

Es un restaurante tradicional sito en plena naturaleza desde 1974, cuando Daniel y Montserrat lo fundaron en la Rectoría de Gaià, comarca del Bages. Unos 47 años más tarde, los hermanos Trías Campoy siguen ofreciendo carne a la brasa hecha con fuego de leña natural y acompañada por la receta secreta de alioli, así como escalibadas, calçots, pimientos del piquillo rellenos de brandada de bacalao, caracoles, canelones o guisos de manitas o carrilleras de cerdo y pato con peras o setas, aparte de panellets dulces.

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