Pastel de patata y pollo: la receta tradicional y sencilla perfecta para llevar en el táper y apañar las comidas de la semana

Elena Segura

29 de septiembre de 2025 14:05 h

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Puré de patatas, pollo, salsa de tomate y queso. Con solo estos cuatro ingredientes, bastante básicos, podemos preparar en poco tiempo un delicioso y nutritivo pastel de patata y pollo, muy cremoso por dentro y crujiente por fuera. Aunque hay una versión igual de sencilla pero más larga si queremos hacerlo todo casero. Esta receta es ideal, además, para llevárnosla en un táper a la oficina o para un pícnic con los amigos o la familia. Es perfecta también para dejarlo todo listo en una bandeja a falta de hornear en el momento para tomar el pastel recién hecho.

La receta es bastante sencilla. Se compone de dos capas de puré de patata —te recomendamos hacerlo casero, siempre queda mucho más rico y es más saludable—, y una mezcla de pollo con salsa de tomate. Si tienes en casa sobras de pollo asado, no las desperdicies, son ideales para usarlas en este plato. Solo tendrás que sacarlas de la nevera y trocearlas o pasarlas por un procesador, dependiendo de si prefieres notar los trocitos de pollo en tu pastel o prefieres que pasen desapercibidos.

En cuanto a la salsa de tomate, puedes hacerla tú mismo si tienes un poco de tiempo. Es un buen momento para utilizar los tomates que tienes a punto de ponerse malos en el fondo del cajón de las verduras en la nevera. Pero si prefieres hacer la versión rápida, encontrarás varias opciones de salsa de tomate muy ricas en tu tienda o supermercado de confianza. Las hay de estilo casero muy conseguidas.

Ingredientes y pasos para montar tu pastel

Para preparar la receta, sin hacer una salsa de tomate casera, necesitamos una hora aproximadamente. Estos son los ingredientes para cuatro comensales:

Para el puré de patatas:

  • Medio kilo de patatas. Te recomendamos que sean de una variedad más harinosa como las Monalisa, las Kennebec o las Yukon Gold, pues tienen más almidón y son mejores para la consistencia que queremos para el puré
  • Unos 60 ml de leche entera
  • Entre 20 y 30 gramos de mantequilla
  • Pimienta blanca molida, un poco de nuez moscada y sal

Para el relleno de pollo y salsa de tomate:

  • Vamos a necesitar medio kilo de pollo, mejor de muslo o contramuslo deshuesado, porque es más tierno que la pechuga
  • Unos 150 gramos de salsa de tomate
  • Unas dos cucharadas soperas aceite de oliva virgen extra
  • Sal al gusto, pimienta negra molida y una cucharada de orégano
  • Para cubrir el pastel, necesitaremos unos 250 g de queso rallado. Puede ser de mozzarella, parmesano, emmental o una mezcla

Una vez hayamos hecho acopio de los ingredientes, toca ponerse manos a la obra. Lo primero que vamos a hacer es preparar el puré de patatas. Vamos a limpiar, pelar y trocear las patatas para ponerlas a cocer en una olla con agua, hasta cubrirlas, y un poco de sal. El tiempo de cocción variará según el tamaño de los trozos de patata que hayas hecho, pero calcula aproxidamente unos 15 minutos. Puedes ir pinchando con un tenedor o un cuchillo hasta que veas que están tiernas por dentro.

Una vez estén listas, las vamos a escurrir con un tenedor y ahí mismo o en un bol las aplastamos, bien con un tenedor bien con un aplasta patatas si tenemos. Una vez tengamos este paso, vamos a calentar la leche junto con la mantequilla en un cazo o en el microondas, en este último caso el proceso será de solo unos segundos, hay que estar atento. Mezclamos con las patatas aplastadas, salamos y especiamos. Y ya estaría el puré de patatas.

Por otra parte, si no tenemos sobras de pollo al horno, tenemos que cocinar los contramuslos de pollo. Los cortaremos en trocitos pequeños y los haremos en la sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra. Una vez el pollo se haya dorado y esté bien cocinado, si ya tenemos los trozos como nos interesan, solo quedaría mezclaros bien con la salsa de tomate y con el orégano.

Mientras, ya habremos puesto a precalentar el horno a 180ºC. Engrasamos con mantequilla o con aceite de oliva una bandeja de horno sobre la que repartiremos una capa de puré de patatas, seguidamente haremos otra capa de la mezcla de pollo y tomate y la mitad del queso, para finalizar con otra capa de puré de patata y el queso restante. Solo queda hornear durante unos 15 o 20 minutos, el tiempo para que se gratine y quede a nuestro gusto. Esta receta queda mucho mejor si la servimos en el momento.

Si sigues una dieta vegetariana o vegana, no tienes por qué desterrar este plato. Modificando los ingredientes del pollo y el queso (por algún queso vegano), puedes preparar una versión que se adapte a ti y que también quede muy rica. En el caso del pollo, te aconsejamos sustituirlo por proteína vegetal sin gluten, como soja texturizada.

Salsa de tomate casera

Si tienes un hueco libre y algunos tomates de sobra que estén muy maduros, te vamos a contar cómo preparar una salsa de tomate casera que puedes conservar durante mucho tiempo sin problema. Si tienes huerto en casa, o algún familiar dedica algún pedazo de tierra a cultivar vegetales, sabrás que la temporada de esta fruta es de junio a septiembre, y que cuando la mata está en plena producción, siempre sobran tomates por todos lados. Para que no se te estropeen en la nevera, toma nota de esta receta.

Ingredientes:

  • Vamos a utilizar unos 2 kilos de tomates bien maduros, los de pera quedan muy bien
  • 3 unidades de zanahorias
  • 2 piezas de pimiento verde
  • 1 cebolla grande o 2 más pequeñas
  • Aceite de oliva virgen extra, sal y azúcar (aunque es opcional)

Lo primero que vamos a hacer es trocear todas las verduras. Los tomates podemos pelarlos si lo preferimos, aunque no es necesario porque luego pasaremos la salsa por un colador o pasapurés. Con la cebolla cortada en juliana y los pimientos y la zanahoria en pedacitos pequeños, pasamos estas verduras a la sartén con un chorrito de aceite de oliva virgen extra y cocinamos hasta que la cebolla esté bien dorada y el resto de las verduras se hayan pochado.

En este momento añadiremos el tomate cortado en pedacitos, habremos desechado las partes que estén más feas. Lo dejamos cocinar durante una hora aproximadamente, removiendo de vez en cuando. Pasado ese tiempo, apagamos el fuego y pasamos la salsa por el pasapurés. Una vez hecho este paso, volveremos a echarla en la sartén y será el momento de salar y de agregar azúcar para modificar la acidez si así lo deseamos. Y lo dejamos otra hora más al fuego.

Una vez esté lista la salsa, la dejamos enfriar y llenamos los botes con la misma. Si queremos congelar la salsa, tendremos que tener la precaución de dejar al menos un par de dedos del bote sin rellenar, porque al congelarse aumenta de tamaño y si no hemos dejado ese espacio, puede reventar el bote.

Si te gusta la albahaca, no olvides añadir al final de la cocción de la salsa unas cuantas hojitas bien picadas, le dará un aroma especial.