De comida humilde en la posguerra a receta estrella: el plato tradicional convertido en manjar que puedes tomar en Asturias y Cantabria
La gastronomía española se caracteriza por ser una de las más ricas, nutritivas y variadas. Podemos rellenar todo el mapa de nuestra geografía con imágenes de distintos platos y recetas que distinguen a cada una de las regiones del país. Cuando hablamos de Asturias y Cantabria nos suelen venir a la cabeza platos tan deliciosos como la fabada, el cachopo (riquísimo filete de ternera empanada y relleno de jamón y queso), el cocido montañés o las quesadas (un postre elaborado con el cuajo de la leche, la mantequilla y azúcar).
Lo que puede que no sepas es que ambas regiones comparten una receta muy singular y poco conocida fuera de sus fronteras, aunque con similitudes con algunas preparaciones de Latinoamérica. Se trata del torto de maíz, un plato que tiene su origen en la posguerra y que en la actualidad ha pasado a convertirse en un manjar y el plato estrella no solo de muchas casas, sino de algunos de los mejores restaurantes del norte de España.
Fue una receta muy recurrente en la época de la posguerra, en la que alimentos como la carne eran un lujo al alcance de muy pocos. Para preparar los tortos de maíz solo hace falta harina de maíz, agua y sal. Normalmente, no llevaban más que eso y eran un clásico para llenar bien el estómago a primera hora de la mañana con un plato muy sencillo pero rico y que recuerda a las arepas venezolanas. Un desayuno contundente que se hacía sin más sobre la plancha de la cocina, pero que hoy en día se fríe en abundante aceite, consiguiendo un tono dorado muy vistoso y apetecible, y un resultado muy crujiente. Los días de fiesta, o en ocasiones especiales, podían acompañarse con huevos fritos, algún picadillo de carne o queso cabrales.
Aunque en origen fue una comida casera, en la actualidad se puede degustar en muchos restaurantes. Especialmente, en sidrerías. Además, están muy ricos tanto si los acompañamos de algo dulce como salado. Están igualmente sabrosos con un buen chorreón de miel por encima, como con un relleno a base de carne. En algunas cartas de restaurantes los encontrarás incluso de langostinos, de pollo mechado, de gulas o de morcilla.
Cómo preparar los tortos en casa
Preparar los tortos de maíz en casa es muy sencillo. Y te vale tanto para un desayuno contundente, y distinto, como para una rica merienda. Como ingredientes, ya sabes, solo necesitas harina de maíz, agua, sal y aceite de oliva virgen extra para freír. Estas son las cantidades para dos comensales:
- 100 gramos de harina de maíz (aunque en algunas recetas se sustituye parte de la harina de maíz por harina de trigo)
- 98 ml de agua
- Una pizca de sal
Y estos son los pasos que seguiremos para preparar unos deliciosos tortos de maíz:
- Lo primero que haremos será mezclar la harina junto con el agua y la sal en un bol. Amasamos todo bien hasta que seamos capaces de formar una bola, que dejaremos reposar durante unas horas en la nevera, al menos cinco.
- La mejor forma de que tengamos éxito con la masa es ir añadiendo el agua templada poco a poco mientras vamos amasando ayudándonos con una paleta, cuchara o varillas. La masa no debe quedar muy líquida, por lo que ir añadiendo el agua poco a poco es la mejor fórmula para comprobar el grado de consistencia.
- Luego solo tendremos que ir formando los tortos con las manos haciendo pequeñas bolitas (toma como referencia el tamaño de una nuez) que después aplastaremos. Las vamos a ir reservando encima de un papel vegetal para evitar que se peguen sobre otra superficie. Una vez formadas, las freímos vuelta y vuelta en abundante aceite hasta que se doren.
Te aconsejamos que a la hora de dar forma a los tortos no los hagas demasiado grandes, pues es más fácil que se rompan cuando vamos a darles la vuelta en la sartén, o que directamente no se cuezan bien por dentro y quede la masa algo cruda. Otro aspecto a tener en cuenta es el aceite, que debe estar a fuego medio alto. Si introducimos en la sartén los tortos con el aceite muy frío la masa no subirá mucho y si nos pasamos y está muy caliente, se quemarán con facilidad. Una vez dorados, es muy importante escurrirlos con papel absorbente y servirlos en el momento. Los tortos recién hechos están espectaculares, pero pasado el tiempo adquieren una textura gomosa y ya son tan apetecibles.
Te proponemos acompañarlos por ejemplo con un rico guacamole con pico de gallo. Para el guacamole aplastaremos un aguacate con el tenedor y le añadiremos el jugo de una lima y cebolla, cilantro y jalapeño bien picados. Y para el pico de gallo usaremos tomate y cebolla bien picados, a los que añadiremos también jugo de lima y cilantro. Como opciones saladas, podríamos añadirle a la picada que hemos preparado unos langostinos. Como opciones dulces, estarán espectaculares con crema de cacahuete, chocolate fundido o dulce de leche.
En caso de que prefieras hacer los tortos rellenos en lugar de servir por encima los ingredientes con los que los acompañes, lo único que tienes que hacer al formar las porciones es colocar en el centro de cada torto lo que desees y cerrarlo con otro torto que colocaremos sobre el primero apretando con un tenedor los bordes de la misma manera que lo haríamos con una empanadilla.
0