El ingrediente que puedes añadir a tus gazpachos para darle un toque diferente y más refrescante

Cuando llega el calor, pocas cosas resultan tan reconfortantes como un buen gazpacho frío. Esta sopa fría, con raíces profundamente andaluzas, se ha convertido en uno de los platos estrella del verano por su sencillez, frescura y alto poder hidratante. Tomates maduros, pepino, pimiento, ajo, pan y un buen aceite de oliva se combinan para crear una receta que es tan humilde como deliciosa.

A pesar de su carácter tradicional, el gazpacho ha demostrado una gran capacidad para evolucionar. En los últimos años, ha surgido versiones con frutas, toques exóticos o ingredientes poco convencionales que enriquecen su sabor sin traicionar su esencia. Es precisamente en ese juego entre lo clásico y lo nuevo donde se encuentra la oportunidad de añadir un giro inesperado y refrescante.

La hierbabuena, con su aroma intenso y sabor vibrante, aparece como un ingrediente capaz de transformar el gazpacho sin dominarlo. Su frescor natural se integra con armonía en la mezcla de verduras, aportando un matiz que sorprende al primer sorbo. No solo realza el carácter veraniego del plato, sino que le da un toque aromático que lo eleva, haciéndolo aún más ligero y apetecible.

El toque inesperado que transforma tu gazpacho

La hierbabuena no es un ingrediente habitual en el gazpacho, pero su incorporación puede transformar por completo la experiencia. Esta planta aromática, conocida científicamente como 'Mentha spicata', se ha utilizado desde hace siglos tanto en la cocina como en la medicina tradicional. En la gastronomía, destaca por su sabor fresco y ligeramente dulce, más suave que el de otras mentas como la piperita, lo que la convierte en un complemento ideal para platos fríos, bebidas e incluso postres.

La hierbabuena tiene propiedades naturales que pueden aliviar problemas digestivos como la indigestión, los gases o los cólicos. También se ha utilizado para tratar dolores de cabeza, náuseas y dolores menstruales, aunque estos usos necesitan evidencia científica para ser confirmados. En la cocina, puede utilizarse sin problema en cantidades habituales y ofrece un frescor natural que realza cualquier plato, especialmente en los días calurosos.

Receta clásica de gazpacho con hierbabuena

La receta tradicional del gazpacho andaluz se mantiene como base perfecta para introducir pequeñas variaciones que aporten nuevos matices sin alterar su esencia. En este caso, la hierbabuena se suma como un toque aromático y refrescante. Los ingredientes que necesitas para esta receta son:

  • 1 kg de tomates maduros
  • 1/2 pepino
  • 1/2 pimiento verde
  • 1 diente de ajo pequeño
  • 1 rebanada de pan del día anterior
  • 4 o 5 hojas de hierbabuena fresca
  • 3 cucharadas de aceite de oliva virgen extra
  • 1 cucharada de vinagre de Jerez
  • Sal al gusto

Para elaborar este gazpacho con hierbabuena, solo tienes que seguir unos sencillos pasos para obtener un resultado delicioso:

  1. Lava y prepara los ingredientes. Retira el pedúnculo de los tomates y córtalos en trozos. Después, pela el pepino, limpia el pimiento verde y trocea ambos. Más tarde, pela el ajo y, si lo prefieres más suave, quítale el germen central.
  2. Incorpora la hierbabuena. Añade las hojas de hierbabuena junto con las verduras. No hace falta picarlas, ya que se triturarán con el resto.
  3. Añade el pan. Remoja la rebanada de pan en un poco de agua y escúrrela antes de incorporarla. Esto dará cuerpo al gazpacho sin alterar el sabor.
  4. Tritúralo todo. Coloca todos los ingredientes en un batidor de alimentos. Añade el aceite, el vinagre y una pizca de sal. Después, tritura hasta conseguir una textura fina. Si prefieres una textura más suave y líquida, pasa el gazpacho por un colador.
  5. Enfría el gazpacho y sírvelo. Deja enfriar al menos una hora en la nevera antes de servir. El gazpacho debe tomarse muy frío para disfrutar plenamente de su frescor. Puedes decorarlo con unas hojas pequeñas de hierbabuena, gotas de aceite de oliva o daditos de verduras frescas.

Consejos para un mejor resultado

Al incorporar la hierbabuena al gazpacho, es importante mantener el equilibrio entre frescor y sabor para no desvirtuar la esencia del plato. Utilizar entre cuatro o cinco hojas de hierbabuena suele ser suficiente, ya que si se añade en exceso puede volverse dominante y eclipsar los ingredientes principales.

Por otro lado, conviene elegir tomates de buena calidad y en su punto óptimo de maduración. Al ser la base del gazpacho, su sabor determinará en gran medida el resultado final. Un tomate insípido o demasiado ácido puede descompensar el conjunto, incluso aunque el resto de ingredientes estén bien equilibrados.

Variaciones del gazpacho con hierbabuena

Además del clásico gazpacho andaluz, la hierbabuena permite jugar con ingredientes diferentes que aportan nuevas texturas y sabores. Aquí te presentamos tres versiones refrescantes y creativas que puedes preparar fácilmente en casa.

La primera opción es un gazpacho de mango y hierbabuena, ideal si buscas una versión afrutada con un punto exótico. El dulzor del mago se equilibra con la acidez del tomate y el frescor herbal de la hierbabuena. Basta con sustituir parte del tomate por mango maduro, añadir unas gotas de zumo de limón y ajustar con sal, vinagre de manzana y un buen aceite de oliva suave. Servido bien frío, es perfecto como entrante ligero o incluso como aperitivo.

La segunda propuesta es el gazpacho de sandía con hierbabuena, una combinación que ya es un clásico del verano. La sandía aporta un sabor sutilmente dulce y una textura más líquida, que se integra muy bien con el tomate y un toque de pimiento rojo. La hierbabuena, triturada junto con los ingredientes, acentúa su carácter refrescante y lo convierte en una bebida ideal para los días de verano.

Por último, una opción diferente es el gazpacho blanco con uvas y hierbabuena, inspirado en el ajoblanco tradicional andaluz. En este caso, no se utiliza tomate, sino una base de almendras crudas, pan, ajo y uvas blancas peladas. El resultado es una crema fría suave, ligeramente dulce y muy delicada, que se realza con unas hojas de hierbabuena trituradas o espolvoreadas justo antes de servir. Una alternativa sorprendente y diferente para quienes buscan salir de lo habitual sin renunciar a la frescura.