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Noticia servida automáticamente por la Agencia EFE

Se crea un grupo para la seguridad en bibliotecas tras el robo del Galileo

Madrid —

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Madrid, 16 abr (EFE).- El ministro de Cultura y Deportes, José Manuel Rodríguez Uribes, ha anunciado este viernes la creación de un grupo de trabajo para garantizar la conservación y seguridad del patrimonio en las bibliotecas públicas tras el robo en la Biblioteca Nacional de la obra “Sidereus Nuncius”, de Galileo Galilei.

Un grupo de trabajo que estará dirigido por la directora general del Libro y Fomento de la Lectura, María José Gálvez, responsable de la política bibliotecaria en el Ministerio de Cultura, y en el que estarán presentes los profesionales y expertos de la BNE, según ha explicado el ministro en la reunión del Patronato de la Biblioteca.

Este grupo, ha indicado, elaborará un protocolo de actuaciones en materia de deontología profesional, de seguridad y de comunicación en el ámbito bibliotecario con el objetivo de garantizar la conservación y seguridad del patrimonio bibliográfico y mejorar los mecanismos de control en las bibliotecas, también en la BNE, “en relación con los funcionarios responsables o las personas que puedan intervenir en la seguridad y en la conservación”.

Hace un mes, el Ministerio de Cultura abrió un procedimiento informativo para conocer los hechos en torno a lo acaecido en la Biblioteca Nacional con la obra de Galileo Galilei, y convocó a su Patronato para analizar los protocolos de seguridad y tomar medidas para “su mejora”, una reunión que ha tenido lugar este viernes.

Rodríguez Uribes ha recordado que el informe está siendo ultimado y que se estudiará en los próximos días, y que se trasladarán sus conclusiones y propuestas cuando se conozcan.

En la reunión, la directora de la BNE ha explicado los protocolos existentes en este momento en materia de seguridad en la BNE.

La sustracción del “Sidereus Nuncius” (El mensajero de las estrellas) de Galileo Galilei, uno de los libros más valiosos del catálogo de la Biblioteca Nacional datado en 1610, se habría detectado en 2014 pero no fue denunciada hasta 2018.

Según informaron fuentes de la BNE cuando se conocieron los hechos, a mediados del pasado mes de marzo, este robo lleva denunciado por la institución “más de tres años” y no fue hasta 2018 cuando su directora, Ana Santos, recibió “la información por parte de dos investigadores y estudiosos de la obra” y procedió “a solicitar el pertinente informe a la Dirección Técnica”.

Según el relato de los hechos, una vez recibido este la BNE denunció el hecho el 10 de octubre de 2018 ante la Brigada de Patrimonio Histórico de la Policía Nacional, que sigue investigando los hechos.

En 1987, la BNE denunció el robo de un conjunto de obras científicas entre las que se encontraba el ejemplar “Sidereus Nuncius”. Este libro, así como otros ejemplares del robo, fueron recuperados por la Policía en 1988 y devueltos a la biblioteca.

Ya en 2007 este ejemplar se revisó, al saberse que había sido consultado por la misma persona que supuestamente había “mutilado y sustraído” en aquel mismo año partes de otros libros, y se constató que la obra estaba “íntegra” y que no ha sufrido “ningún daño”.

Pero en 2014, dentro de otro control rutinario del Programa de Ácidos, este ejemplar se sometió a un nuevo y “detallado” estudio microscópico que reveló que la obra era una “falsificación”.

Ya en 2018, la información de un investigador que se puso en contacto con la directora de la Biblioteca Nacional, ofreció “nuevas noticias” que “aclaraban dudas” sobre la posible trayectoria del ejemplar y que confirmaban “la hipótesis de que la obra devuelta en 1988 era original” y que, posteriormente, fue “sustraída y reemplazada por el ejemplar falso”.

Hace unos días, Marino Massimo de Caro, un conocido ladrón de mapas y libros antiguos italiano que ha cumplido varios años de condena por sus delitos, reconoció en unas declaraciones a “El País” que vendió el ejemplar de Galileo robado en la Biblioteca Nacional pero aseguraba que no está implicado en su robo.

El italiano sostiene que vendió el ejemplar por 500.000 euros en una liberaría parisina después de que a él se lo vendiera “una importante familia argentina”.

El Patronato de la BNE está presidido desde hoy por la escritora Elvira Lindo, en sustitución de Soledad Puértolas, y cuenta con nuevos patronos como son Alejandro Sanz, Carmen Chaparro Martínez, Ibán García del Blanco, José María Lassalle Ruiz, Gregorio Marañón y Bertrán de Lis, Sandra Ollo Razquin y Alicia Sellés Carot.