Más que dibujos, luz en las noticias: las ilustraciones de 2024 en elDiario.es

Ben Ansell, autor del ensayo Por qué fracasa la política, asegura que la voluntad del pueblo expresada en un referéndum es “la trampa” de la democracia. Lo cuenta este artículo de El rincón de pensar, en el que el Brexit ejemplifica el estancamiento de la política cuando es sometida “al conflicto permanente, el bloqueo y a un tira y afloja perpetuo”. En la ilustración, firmada por Fede Yakelevich, una traicionera urna-trampa para demócratas.

El FOMO, acrónimo inglés que define el miedo a perderse los planes colectivos, es la nueva y perversa estrategia de marketing con la que se nos impulsa a consumir ocio de forma irreflexiva. Ese miedo a quedarse fuera se sustancia en otra expresión inglesa, el sold out (entradas agotadas), que podemos leer en un cartel del que presumen cada vez más salas y discotecas, y que amenaza con devorar, cual cocodrilo, nuestro tiempo de ocio y disfrute. Ilustración de Patricia Bolinches.

La mayoría de nosotros leemos o pensamos acompañados de una voz interior que suena en nuestra cabeza. Pero hay un pequeño porcentaje de la población, cercano al 2%, que carece de esa voz. Son los afectados de 'anendofasia', personas que piensan con “conceptos abstractos que se suceden sin más”, tan en silencio como lo está el pensador de Rodin, todo cerebro, escondido –y muteado– en la ilustración de Riki Blanco.

Y otra de neurociencia, también de Riki Blanco: la que encabeza este tema sobre la gente que confunde las palabras “semáforo” y “ascensor”, un lapsus que tiene que ver con la naturaleza de nuestra memoria y la manera en que accedemos a nuestro lexicón, nuestro repertorio personal de palabras. Aun siendo minoritario, este cruce de términos le ocurre a más gente de la que se podría pensar. Hasta tienen una página de Facebook

“Nadie merece más amor que tú misma”, “Hoy me elijo a mí”... son algunos de las frases motivacionales recogidas en este artículo, en el que se analiza cómo el amor propio, el individualismo y la autoestima son valores al alza en las relaciones afectivas. La ilustración, firmada por Patricia Bolinches, es de las que van directas al corazón.

El número 43 de nuestra revista trimestral estaba dedicado a esa parte del tejido productivo (cooperativas, sociedades laborales, mutualidades, centros especiales de empleo, fundaciones...) que pone las personas y los valores por delante del capital. El retablillo de actividades económicas de la portada, firmada por Pedro Perles, muestra un grupo diverso de trabajadores afanados en sus tareas, todos igual de productivos, aunque algunos –los distinguidos con un aura verdosa– vinculados a la economía social.

Esa misma escena de la imagen de portada continúa, unas páginas más adentro, en la apertura del tema principal del número. Trabajadores de la construcción, ejecutivos, zapateros, personal de limpieza y hasta cantantes... La economía social, como puede leerse en varios de los reportajes de la revista, es transversal a todos los sectores económicos.

Interrumpir el embarazo cuando no se dan las razones comúnmente aceptadas por la convención social –enfermedad, precariedad económica, falta de pareja estable...– expone a las mujeres que toman esa decisión al rechazo, la incomprensión o la culpa. Un trance delicado, íntimo y sombrío que Alba Domingo retrata con una ilustración igualmente delicada, íntima y sombría.

Los partidos de extrema derecha pescan votos entre los grupos de población que más sufren los efectos colaterales de la transición ecológica. Ocurre aquí en España con Vox, pero también en Alemania o Países Bajos, como contábamos en este especial de elDiario.es, publicado en vísperas de las elecciones europeas del 9-J. La ilustración de apertura, de Patricia Bolinches, tiene tanta fuerza como esa mano que arranca turbinas eólicas con la misma facilidad que si fueran malas hierbas.

Algunas ilustraciones logran retratar el tema al que acompañan con gran economía de recursos. Esta, de Alba Domingo, solo necesita de unos pocos trazos –unas tijeras, un cordón umbilical– y un par de colores –rojo y negro– para describir con toda la crudeza el espinoso tabú de cortar relaciones con tus propios padres.

La inteligencia artificial se emplea cada vez más en las empresas para optimizar procesos, aumentar la eficiencia y abaratar costes. Esto requiere confiar al algoritmo decisiones que antes estaban en las manos humanas de unos trabajadores que ahora corren el riesgo de quedar alienados, relegados al papel de meros operarios o, en el peor de los casos, de perder su empleo. Justo como la protagonista de la ilustración, firmada por Candela Sierra, que rueda sin frenos, en su silla de oficina, hacia la puerta de salida.

Ilustración para un testimonio en primera persona sobre el drama que supone el suicidio cuando quien se quita la vida es tu propio amigo. “El sentimiento de culpabilidad por no haber estado lo suficientemente pendiente de él se ha ido transformando en un sentimiento de responsabilidad. El dolor emocional será una cicatriz que durará mucho tiempo”. El collage de Patricia Bolinches, entre abstracto y figurativo, transmite ese dolor contenido y la sensación de pérdida con un lenguaje más pictórico de lo que se estila en las ilustraciones de prensa.

El titular de portada del número 44 de nuestra revista trimestral parafraseaba la famosa escena de La vida de Brian para sugerir lo mucho que, como ciudadanos, le debemos a la Unión Europea. La ilustración, una imagen de corte aventurero firmada por Maguma, hace levantar el vuelo a las estrellas de la UE, un símbolo que visto en su contexto habitual no se distingue por despertar grandes emociones.

El mismo globo de la portada, con todas sus estrellas, pero elevado ya hasta la estratosfera, acompañaba el tema de apertura en el interior de la revista, firmado por Isaac Rosa. “Nuestra relación con la Unión Europea es una mezcla de rechazo y reconocimiento, decepción y agradecimiento, amor-odio. Una permanente comparación entre la realidad y el ideal europeo con el que un día soñamos”.

La revista salió publicada pocos días antes de las elecciones europeas del 9-J, en las que la ultraderecha, pese a quedarse fuera de la Comisión Europea, fue la fuerza más votada en Francia, Italia o Austria. A ese preocupante avance estaba dedicado uno de los reportajes del número, ilustrado por Fede Yankelevich con esas botas, tan acharoladas como siniestras, pisoteando la bandera de la Unión Europea.

 “A veces no es que pierdas el deseo, es que no deseas a Manolo” es el imbatible titular de este artículo sobre el apetito sexual femenino –o la falta de él– pasada la menopausia. La ilustración de Marta Sevilla, tan implícita como acostumbran a serlo las imágenes de prensa al representar el sexo, logra evocar con lo mínimo una escena de cama en la madurez.

La vida familiar se vuelve particularmente complicada cuando los progenitores mantienen una relación abierta. Lidiar con la incomprensión social –hacia las madres, sobre todo– y el desafío de gestionar el tiempo y los afectos, requiere de ética, honestidad y redes de apoyo mutuo. Nada de todo eso parece faltarle a la familia, unida por las flechas del poliamor, que protagoniza la ilustración de Juárez Casanova.

Las propinas son un sobresueldo habitual para los trabajadores de la hostelería. Al no estar declaradas, estas gratificaciones casi siempre están libres de impuestos, pero al no contribuir a las cotizaciones, tampoco aportan a una futura pensión o indemnización por despido. Son monedas, en fin, de las que podría decirse que se van por el desagüe. Ilustración/trampantojo de Riki Blanco.

Muchas mujeres ven pasar la edad biológicamente idónea para ser madres a la espera de que llegue el momento idóneo desde el punto de vista profesional, económico o sentimental. La dificultad de hacer coincidir ambos tempos lleva a muchas de ellas a retrasar la maternidad, a veces hasta congelando óvulos, o incluso a desistir del empeño de ser madres. Una pelea contra el reloj, en fin, como la que evoca la ilustración, de Alba Domingo.

Cuando vives en una sociedad híper (“hiperconectada, hiperdiagnosticada, hipermedicada, hipersexualizada...”), obligado por el consumo compulsivo y el scroll infinito a “una huida perpetua hacia adelante”, la perfección no es más que un punto de partida, una pértiga con la que tomar impulso. En la ilustración, de Adrià Volta, una espiral de Fibonacci, símbolo de la armonía y la perfección presentes en la naturaleza.

El número 45 de nuestra revista trimestral estaba dedicado al problema del acceso a la vivienda, uno de los más acuciantes para la sociedad española. Sus diferentes aristas y manifestaciones (la proliferación de pisos turísticos, la gentrificación, su impacto en algunos barrios y ciudades...) se representaban en la portada dentro de las diferentes estancias de un edificio, una versión deconstruida del mítico inmueble del 13 Rue del Percebe, proyectado por la ilustradora y arquitecta Eva Vázquez.

Cada una de las imágenes alojadas en esas habitaciones del edificio de portada se reproducía en páginas interiores, encabezando su capítulo correspondiente. El de este ejemplo relata la odisea de encontrar un alojamiento digno en Ibiza, un paraíso –el anunciado en la valla publicitaria de la ilustración– en el que el acceso a una vivienda está fuera del alcance del común de los mortales.

O este otro, dedicado a la proliferación del alquiler estacional, uno de los factores que explican el encarecimiento de los alquileres convencionales en ciudades turísticas como València. Como se ve en el edificio de la ilustración, con calculadoras ocupando los huecos de las ventanas, la vivienda ha dejado de ser un bien básico en el que vivir para convertirse en un negocio en el que invertir.

En su ensayo Identidad y amistad, Emilio Lledó reflexiona sobre cuestiones clave en la vida de nuestras sociedades, como la educación, la libertad o la justicia. Para ello, el filósofo sevillano –y con él esta entrega de El rincón de pensar, que añade referencias tan pop como El club de los poetas muertos o Los Simpson– recurre a Nietszche, Montaigne o figuras de la Grecia clásica como Platón, sostén de sabiduría en la ilustración de Fede Yankelevich.

Los investigadores y científicos se topan a veces con espontáneos que se acercan a ellos con ideas delirantes, como que la Tierra no gira, o inventos descabellados como una máquina para detener borrascas. Los portadores de esas ideas estrafalarias no responden a un único retrato robot. Pueden ser personas con problemas mentales, como un trastorno bipolar, o individuos libres de patologías, pero con tendencias narcisistas, en busca de su minuto de gloria o reconocimiento. “¡Mira lo que hago con estos electrones!”, parece decir el malabarista de la ilustración de Riki Blanco.

Publicado unos días antes de las elecciones presidenciales de EEUU del 5 de noviembre, este análisis prospectivo especulaba con lo que podía esperarse en el caso de que ganara la demócrata Kamala Harris o de que lo hiciera de nuevo Donald Trump. Las agendas de los candidatos en materia de impuestos, aborto, inmigración, política exterior, etc, desgranadas con todo detalle en el texto del artículo, se adivinan en las barras y estrellas de la ilustración de Guillermo Lara.

Nadie elegiría entrar al quirófano, con todos los riesgos que conlleva, si supiera que no va a salir de la mesa de operaciones mejor de lo que entró. Pero ese fue justo el trance por el que pasaron miles de pacientes de Reino Unido y Australia, a los que entre 2003 y 2018 se les practicó una operación de menisco sin necesidad, al menos a la luz de la evidencia científica actual. Ilustración de Adrián Astorgano, llena de instrumental médico y quirúrgico de lo más invasivo.

Hambrunas, migraciones masivas, conflictos bélicos, incendios, inundaciones y huracanes devastadores... Este es el inquietante panorama al que nos aboca el calentamiento global, según un panel de 380 expertos en cambio climático consultados por el diario The Guardian, que anticipan un aumento de la temperatura en nuestro planeta mayor aún de lo esperado. En la ilustración, firmada por Fran, una Tierra-bola de cristal, azotada por desastres climáticos.

“Los succionadores han dado la visibilidad y el espacio para quitar la vergüenza. Ahora hay mujeres que están tomándose birras o que están en comidas familiares y que hablan de masturbación, de lo que les gusta o de lo que no”. Un tema que cuenta cómo el clítoris ha salido del armario gracias a estos juguetes sexuales, de los que ahora se conversa con la misma naturalidad, digamos, que de una obra expuesta en un museo. La ilustración, con mucho arte, es de Marta Sevilla.

A la alegoría de la Justicia se la suele representar con los ojos vendados, un rasgo que simboliza la ecuanimidad necesaria en todo juicio justo. Otro cantar muy distinto es que quienes juzguen a ciegas sean los jueces, que a menudo carecen de conocimientos técnicos y tiempo suficientes para evaluar los dictámenes periciales –médicos, biológicos, de ingeniería...– que podrían inclinar a un lado u otro la balanza. Así lo asegura Jordi Nieva Fenoll, catedrático de Derecho Procesal de la UB, en esta entrega de El rincón de pensar, ilustrada por Fede Yankelevich.

La cultura tiene un valor para la sociedad –nos hace mas libres y tolerantes–, pero su producción y su consumo tiene también un valor económico. Sobre esas dos vertientes de la cultura pivotan los contenidos del número 46 de la revista trimestral de elDiario.es, que luce en la portada, de Adrià Volta, una hucha repleta de oferta cultural.

Merece la pena, también en la cultura, distinguir entre valor y precio. Aunque cueste creerlo, en este mundo hipermercantilizado aún quedan lugares –museos, bibliotecas, filmotecas...– que permiten acceder sin coste a recursos culturales de lo más valioso. En la ilustración, de El Rubencio, hasta la mismísima Atenea, diosa de la sabiduría y de las artes, se apunta a la cultura libre, gratuita y sin copyright.

Muchos de esos bancos de cultura gratuita se encuentran en el mundo online: archivos históricos, artísticos, hemerotecas, fototecas... a un solo clic, en nuestras pantallas favoritas. Las de la ilustración de Cinta Fosch, sin ir más lejos.

Puede que el saber y la cultura no ocupen lugar... pero sí contaminan. Así lo podemos leer en este reportaje, incluido en el mismo número de la revista, dedicado al impacto ambiental de coleccionar discos, pero también playlists digitales. La ilustración, de Fede Yankelevich, la disfrutarán especialmente los amantes del vinilo, acostumbrados a disfrutar de su música haciéndola girar en el plato... del tocadiscos, claro.

Como en números anteriores, todas las tribunas de opinión –en este caso, firmadas por Ignacio Escolar, Alejandro Gándara, Jazmín Beirak y Neus Tomàs– van acompañadas por una ilustración de Patricia Bolinches, que ha compuesto para la ocasión estos elegantes collages de aire vintage, llenos de referencias a la cultura clásica y también a la más pop.

La corazonada médica, una mezcla de intuición y experiencia, está detrás de una parte nada desdeñable de los diagnósticos de enfermedad grave o de baja prevalencia que se hacen en atención primaria. “A un paciente que conoces le ves pasar por la puerta y sabes si está bien o mal. Detectas si le pasa algo”, asegura una facultativa madrileña, con un ojo clínico comparable al del superdoctor que pasa consulta en la ilustración de Riki Blanco.

Vivimos tiempos de neurolatría, es decir, obligados “a explicar y avalar cualquier cosa por medio de la neurociencia para revestirla de autoridad”. Lo leemos en este artículo de El rincón de pensar, que celebra el Día de la filosofía reivindicando el papel del pensamiento y las humanidades más allá de la estricta biología de nuestro encéfalo. O bajo su sombra, como en la sugestiva ilustración de Fede Yankelevich.

La falta de tiempo y la mayor frecuencia con la que nos vemos de mudanza son dos de las razones que explican que las relaciones con nuestros vecinos sean cada vez más superficiales. A cambio, los grupos de WhatsApp han tomado el relevo como nuevos espacios de interrelación del vecindario, y son ahora el lugar en el que se mantienen las tradicionales charlas de portal. O de patio de luces, como en la escena de aire costumbrista, aunque actualizada con chismes de hoy en día, de la ilustración de Iván Harón.

La lentitud ha ido cargándose de estigmas con el transcurso del tiempo. Si en la Edad Moderna, lento era sinónimo de flojo o laxo, desde tiempos industriales lo es de improductivo u ocioso. Hoy, sin embargo, como defiende el historiador Laurent Vidal, la lentitud puede convertirse en una revolucionaria forma de protesta contra estos tiempos de aceleración e hiperestimulación. En la ilustración, de Celsius Pictor, un caracol a la carrera, espoleado por un personaje salido del pincel de Brueghel el Viejo y su representación de la pereza.

Cada uno de los números que han formado el Gordo en el sorteo de la Lotería de Navidad recién celebrado tenía exactamente las mismas posibilidades de salir del bombo (una entre 100.000). Sin embargo, a la hora de comprar los décimos tendemos a creer que esas posibilidades aumentan o disminuyen según el lugar en que se vendiera el Gordo el año anterior o si la secuencia de cifras forma o no un número bonito. Lo más curioso es que no es solo nuestro influenciable cerebro humano el que tropieza en estos sesgos... El de la inteligencia artificial, también. La ilustración, de premio, es de Riki Blanco