El Prado se queda sin actividades educativas durante tres meses por un “atasco administrativo” en el año del Bicentenario

Cuando los habituales de las actividades educativas del Museo del Prado acudieron el pasado miércoles para aprender más sobre la obra de Fra Angélico se encontraron con que las profesoras que ofrecen estas charlas durante el itinerario no estaban. En su lugar, el Museo emitió un vídeo sobre la exposición. El mismo que estaba colgado en su canal de YouTube. El jueves también ocurrió, esta vez con la exposición Miradas afines. El público, compuesto en su mayor parte por jubilados y profesores de arte e historia, se tuvo que conformar con un vídeo que está a disposición de cualquiera en la red. Algunos subieron el percance y sus quejas a Twitter. En resumidas palabras, según los visitantes: un desastre para el museo.

Pero no ha sido un hecho puntual. El Prado, el museo más visitado de España –2,9 millones de personas en 2018– y con un presupuesto público de 19 millones de euros, se ha quedado sin actividades educativas para los próximos tres meses. El motivo, según explican a eldiario.es, ha sido “un problema de gestión”: “Se venció el contrato [del personal educativo, externalizado] y no se había sacado la licitación”. En el año en el que se celebra el Bicentenario del museo este se ha quedado sin sus educadores. “Nadie pensaba en esto, tramitamos cientos de cosas y probablemente en el aluvión de todas las cosas que hacemos hay algo que se atasca y esta, por la razón que fuera, pues se atascó. Lo sentimos enormemente”, se lamentan.

Las actividades educativas del Prado se contratan mediante una licitación, como otro tipo de servicios, ya sea el transporte, por ejemplo, de las obras de una exposición o los programas de protección contra los incendios. Están externalizados y desde hace diez años este trabajo lo llevaba a cabo la empresa Magma Cultura –que no ha querido hacer declaraciones para este diario. Son ellos los que han puesto en marcha programas como El arte de Educar. Después hay otra serie de actividades como los itinerarios temáticos que suelen estar muy concurridos. De hecho, muchas veces, el auditorio, que tiene un aforo para más de 300 personas, está lleno, y estos itinerarios para 25 personas tienen todas las plazas ocupadas. Los habituales de estas actividades se quejan ahora de que sin ellas es difícil mostrar toda la obra que tiene el Prado.

En la red ha habido varias quejas a la externalización de estos servicios educativos, pero desde el museo sostienen que esa es una cuestión que “se les escapa”. “En el área educativa tenemos diez personas en plantilla y como hacemos tantas cosas hay que recurrir a servicios externos. Estaríamos encantados de que hubiera veinte plazas más, pero ya sabemos los años que hemos atravesado. El modelo de subcontratación no es un modelo ni de hoy ni siquiera voluntario, sino para seguir haciendo todo lo posible con lo que tienes”, añaden.

Desde el museo insisten en que han tramitado la licitación del nuevo contrato de forma “urgente”. “Esta mañana ha salido a la abogacía del estado, esta tiene que informar, después se publica en el BOE, después hay un tiempo para que se presente… No puedo decir plazos, pero pueden ser dos o tres meses. Nuestro objetivo es que con el nuevo año esté todo en marcha con la normalidad habitual y seguir mientras tanto promoviendo actividades”, sostienen desde la pinacoteca.

En el Prado también señalan que este año es que el mayor presupuesto ha habido para las actividades educativas llegando a los 714.000 euros, cuando en 2018 fueron 480.989 euros. Es decir, un 48% más que el año anterior.

Y conminan a que van a continuar con las actividades. “Vamos a ver de qué manera las reemplazamos para que el impacto sea el menor posible. Las actividades, cursos y seminarios continuarán en la medida en la que podamos”, afirman desde la pinacoteca. Pero lo único cierto es que a día de hoy y probablemente en tres meses el mayor museo de España no tiene actividades educativas. Y en un año que era para festejar.