Las autoridades alemanas de defensa de la competencia (Bundeskartellamt) investigan a los fabricantes automovilísticos y de componentes por sospechar acuerdos de precios en la compra de acero.
Agentes de la Policía, empleados del Bundeskartellamt y de la Brigada de investigación criminal han investigado las oficinas de Daimler, Volkswagen, BMW, Robert Bosch y ZF Friedrichshafen.
El Bundeskartellamt sospecha que los principales fabricantes de automóviles y de componentes de Alemania pactaron los precios que iban a pagar por productos de acero empleados en la fabricación de vehículos.
El derecho comunitario de defensa de la competencia prohíbe acuerdos de precios entre suministradores y entre compradores y los penaliza con elevadas multas.
La industria del automóvil es uno de los mayores clientes del sector del acero en Alemania.