La elección de la 'dos' del Bundesbank para el supervisor bancario europeo allana a Calviño la presidencia del BEI

Irene Castro

Corresponsal en Bruselas —

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La candidatura de Nadia Calviño para la presidencia del Banco Europeo de Inversiones (BEI) estaba pendiente de lo que ocurriera en Franckfurt este miércoles. ¿Por qué? El consejo de gobernadores del Banco Central Europeo (BCE) tenía que elegir entre la española Margarita Delgado y la alemana Claudia Buch a la futura presidenta del Mecanismo Único de Supervisión. La institución bancaria se ha decantado por la vicepresidenta del Bundesbank en detrimento de la subgobernadora del Banco de España. Esa derrota da alas a Calviño en la carrera por el BEI frente a la comisaria de Competencia, Margrethe Vestager.

Delgado había sido la apuesta del Parlamento Europeo para hacerse con las riendas del MUS, que es el supervisor bancario europeo, la única pata de la Unión Bancaria que se ha puesto en marcha. Sin embargo, el consejo de Gobierno del BCE se ha decantado por Buch, la vicepresidenta del Bundesbank. La Eurocámara, que también hizo una valoración positiva de la alemana, votará la designación el miércoles que viene y, en su caso, los 27 tendrán que ratificar la decisión.

¿Y por qué la elección de Duch allana la carrera de Calviño por el BEI? Aunque la pelea por la presidencia del banco con sede en Luxemburgo no está cerrada, el paso adelante que dio Calviño en agosto arrebató de forma automática la condición de favorita a Vestager, la comisaria danesa. La decisión, no obstante, no obedece al tradicional juego de mayorías de las instituciones europeas sino que los países que más aportan al BEI tienen mayor peso en la votación. Así, Alemania, Francia, Italia y España son claves.

Una de las debilidades de Calviño era la enorme presencia de españoles al frente de organismos económicos en el seno de la UE: Luis de Guindos (vicepresidente del BCE); José Manuel Campa al frente de la Autoridad Bancaria Europea (EBA); el gobernador del Banco de España, Pablo Hernández de Cos, como presidente del Comité de Basilea, y Fernando Restoy en el Instituto de Estabilidad Financiera (FSI) del Banco de Pagos Internacional (BPI). La elección de Delgado se habría sumado a esa lista.

Además, la elección de la vicepresidenta del Bundesbank facilita el intercambio de cromos con Alemania, que todavía no se ha pronunciado sobre su aspirante favorita. También opera el componente político. El canciller es socialista pero Olaf Scholz lidera una coalición con los liberales y verdes. El ministro de Finanzas es liberal, aunque tanto él como Calviño siempre han mostrado sintonía. Algunas fuentes consideran que una de las ventajas de Calviño es que la elección depende de sus homólogos de los 27.

El Ministerio de Economía dio por hecho que la elección de la presidencia del BEI se produciría en la reunión informal del Ecofin que se celebrará este viernes y este sábado en Santiago de Compostela. Sin embargo, parece que el asunto se limitará a unos primeros contactos informales y que se retrasará hasta la cita de octubre en Luxemburgo, para que, pase lo que pase, Calviño no juegue en casa.