La producción de energía eléctrica de Iberdrola en todo el mundo se redujo el año pasado un 3,4 % respecto al ejercicio anterior, hasta 137.632 gigavatios hora, lastrada por la evolución en España, donde descendió un 17,3 % por el impacto de la sequía en la generación hidroeléctrica.
La caída de la producción en España se vio parcialmente compensada por el buen comportamiento de la generación en otros países en los que opera Iberdrola, según datos de la compañía.
A nivel global, destaca el crecimiento de la generación eólica, con incrementos del 5,3 % en los parques terrestres y del 12,7 % en los marinos, y el descenso del 32,2 % en la producción hidroeléctrica.
En España, la producción se situó el año pasado en 51.897 gigavatios hora, un 17,3 % menos que en 2016, con descensos acusados en la generación hidroeléctrica (56,9 %) y minihidroeléctrica (42,6 %).
Por el contrario, la generación aumentó un 35,5 % en Brasil -donde el año pasado se completó la integración de Elektro y Neoenergia-, un 11,4 % en México y un 1,2 % en EEUU.
El Brasil, el incremento de la producción fue especialmente intenso en el área de renovables, con subidas del 88,7 % en la generación hidroeléctrica y del 55 % en la eólica.
En México, la producción con ciclos combinados (centrales que utilizan el gas natural como combustible) aumentó un 12,4 % y la cogeneración lo hizo un 8,8 %.
El Grupo Iberdrola aumentó un 2,9 % su potencia instalada en todo el mundo hasta los 48.447 megavatios.
Destaca el incremento de la capacidad renovable, del 4,6 %, con 1.299 megavatios adicionales de potencia eólica terrestre y 350 megavatios marinos, correspondientes al parque Wikinger, situado en aguas alemanas del Mar Báltico.
La demanda de electricidad creció un 0,1 % a nivel global, hasta 230.122 gigavatios hora, y un 1,1 % en España, hasta 93.284 gigavatios hora.