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Uber Eats acusa a Glovo de incumplir la Ley Rider, pero amenaza con hacer lo mismo para competir

Laura Olías

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En Uber Eats consideran que Glovo incumple la Ley Rider, aprobada para impedir el uso de falsos autónomos en el sector. Es la única gran empresa que no ha convertido su modelo de mensajeros a las contrataciones laborales. Uber Eats acusa al Gobierno de no “hacer cumplir” la legislación pasados ya siete meses desde su entrada en vigor y amenaza en una carta a la vicepresidenta Yolanda Díaz con retornar también a este modelo invalidado por la justicia. En el Ministerio de Trabajo responden a elDiario.es que la Inspección “ya está actuando” en el sector para hacer cumplir la nueva norma, lo que se interpreta como que hay investigaciones abiertas sobre Glovo.

“En el momento actual, además de proseguir actuaciones que ya habían sido iniciadas con anterioridad a esta norma, se está actuando para verificar que las plataformas digitales de reparto incurran en prácticas que de manera fraudulenta intenten evadir la aplicación de la norma”, indican en Trabajo a consultas de este medio.

Hasta que no se cierre el acta de la Inspección de Trabajo, y los plazos de la autoridad laboral son largos, el Ministerio no puede dar a conocer qué empresas han sido inspeccionadas. Así, en Trabajo no responden en concreto sobre Glovo, pero sí insisten en que “hay actuaciones abiertas”, lo que hace indicar que es una de las compañías investigadas.

En estos meses de Ley Rider, Glovo ha mantenido un modelo de reparto basado en autónomos, pese a que la nueva legislación declara la presunción de laboralidad de los repartidores de plataformas digitales. El uso de falsos autónomos por parte de Glovo, reconocido hasta por el Tribunal Supremo, y otras compañías como Deliveroo y, precisamente, Uber Eats derivó en la aprobación de esta legislación.

Glovo, adquirida ahora en un 80% por la alemana Delivery Hero, modificó algunas condiciones de los repartidores, lo que denominó un “modelo inédito” con el que desafió la entrada en vigor de la norma. Con estos cambios, Glovo insiste en que cumple con la legislación laboral, algo que niegan los sindicatos, que volvieron a denunciar a la compañía ante la Inspección.

En colectivos como RidersxDerechos exigieron al Gobierno que tomara más medidas contra Glovo para evitar que incumpliera la legislación laboral, como actuaciones penales contra la multinacional.

Uber Eats amenaza con volver a los autónomos

La misiva que ha dirigido la directora general de Uber Eats, Courtney Tims, a la vicepresidenta Yolanda Díaz destaca que la compañía de las mochilas verdes cambió su modelo, sancionado también por la Inspección de Trabajo y los tribunales por usar falsos autónomos. “Hicimos un gran esfuerzo para adaptarnos a la Ley Rider en un tiempo récord. Gracias a este esfuerzo, desde el pasado 12 de agosto, todos los repartidores que trabajan con Uber Eats cuentan con un contrato de trabajo”, recoge la carta.

Uber Eats no contrata directamente a sus riders, sino que acude a la subcontratación, como la mayoría de empresas del sector, como Just Eat (con una minoría de mensjaeros directamente contratados) y Stuart.

Cuando entró en vigor la nueva norma para evitar el abuso de falsos autónomos, “todas las empresas teníamos que adaptarnos a la nueva ley. ¿Todas? No, todas no. Glovo, la mayor empresa, líder del delivery en España, decidió seguir operando con trabajadores autónomos”, critica Uber Eats.

“Hoy, más de seis meses después de su entrada en vigor, las empresas que cumplimos la ley nos encontramos con una situación paradójica. Nuestras flotas colaboradoras no encuentran repartidores porque éstos prefieren ser autónomos, de manera que trabajan con Glovo, la única empresa que se lo permite, el mayor unicornio español, en contra de la Ley Rider”, prosigue la responsable de la compañía en su carta.

En Uber Eats aseguran que afrontan una falta de repartidores, sobre lo que culpan a la nueva legislación que obliga a hacer contratos laborales. Bruselas está en camino de legislar a nivel europeo en el mismo sentido. La multnacional dice que los riders prefieren la “flexibilidad” del contrato de autónomos. No responden sobre cuánto cobran los mensajeros que reparten para la compañía, por si este pudiera ser un motivo de la escasez de personal. La remuneración depende de las subcontratas, insisten, pero en cualquier caso “el salario hora debe respetar el convenio sectorial de mensajería”, responden en Uber Eats.

En el conflicto laboral de los riders hubo colectivos de mensajeros que reclamaban seguir repartiendo como autónomos, impulsados por las propias empresas. Muchas personas trabajadoras defendían realmente esa causa, algunas que no podían trabajar de otra manera que de autónomos, pero la clave residía en que los contratos no eran legales. Las empresas no firmaban auténticos contratos mercantiles con autónomos, sino que el modelo imperante era de falsa autonomía, algo que acreditó y tumbó la justicia.

Pese a denunciar que Glovo incumple la norma, Uber Eats concluye la misiva con la amenaza de recuperar el modelo de autónomos. “Vemos con impotencia cómo el Gobierno no ha conseguido hacer cumplir la Ley Rider. Y cómo la situación de desventaja de todas las empresas que sí la cumplimos empeora cada día. Ante esta situación, todos nos hacemos la misma pregunta: ¿Debemos seguir el ejemplo de Glovo y trabajar con autónomos para poder competir en igualdad de condiciones?”, indican con una pregunta que suena a aviso.

El ERE de Deliveroo terminó marcado por las quejas

La salida de Deliveroo de España, con un ERE por el que regularizó a sus repartidores, ha sido también objeto de polémica. La multinacional británica anunció que contrataría a los mensajeros para aplicar un despido colectivo, como exige la ley, pero trabajadores afectados denuncian que la compañía no dio de alta a los empleados desde el inicio de su prestación de servicios y que se ha demorado en las entregas del “parte de empresa”, lo que les ha dejado sin prestación por desempleo.

Varios colectivos de repartidores que participaron en la negociación del ERE denuncian a este medio el proceder de la compañía, que ha dejado sin paro a la mayoría de los casi 4.000 trabajadores afectados por el proceso, advierten. Las altas de los trabajadores a la Seguridad Social se han producido desde el día 1 de septiembre, independientemente desde cuándo trabajaran, muestra un rider afectado, vinculado a la compañía desde mucho antes.

La regularización solo desde el 1 de septiembre es reconocida por Deliveroo, donde responden a este medio que “los riders fueron dados de alta en la Seguridad Social únicamente a efectos de las negociaciones relativas a la salida de Deliveroo, tal y como se les aclaró en su momento, para garantizar que fueran debidamente indemnizados ante cualquier salida del mercado”.