El BEC, la principal Feria de Muestras de Euskadi, prevé dejar de tener pérdidas en 2016 gracias al alquiler de nuevos espacios y cambios en el modelo de negocio con nuevas ferias y actividades de ocio. La consejera de Desarrollo Económico y Competitividad, Arantza Tapia, ha presentado en el Parlamento el plan de choque del BEC pero sin detallar los ingresos concretos de esas nuevas medidas.
La feria de muestras ha tenido desde su primer año completo de funcionamiento, en 2005, un déficit de 31,7 millones solo en su explotación, lo que supone una media anual de casi 4 millones al año, Salvo en 2008 con 817.000 euros de beneficios, los números rojos han sido constantes cada ejercicio. La deuda se eleva a más de 300 millones si se incluye la amortización de la elevada inversión de esta infraestructura, que costó 520 millones de euros.
La consejera ha asegurado varias veces que el BEC “tiene futuro” y que se mantendrá la plantilla actual de 69 empleados hasta 2017, tras el acuerdo logrado entre la dirección y el comité de reducción de los salarios de un 6,6%, Un pacto que ha evitado aplicar el ERE temporal anunciado hace dos semanas. Tapia solo se ha referido a preguntas de la oposición al préstamo de 150 millones que se debe afrontar a partir de 2014 (además del de 250 millones por el que el Gobierno vasco y la Diputación de Bizkaia aportan cada año 24 millones) y ha comentado que se está trabajando en su refinanciación porque “ahora no podemos afrontar el pago de esos 150 millones”.