EiTB, la radiotelevisión vasca, ha rescatado a Aintzane Ezenarro (Getaria, 1971) como nueva responsable (“arloburu”, en la jerga interna) de los contenidos sobre memoria histórica, según ha confirmado este periódico de tres fuentes internas. Ezenarro fue hasta el verano de 2024 la directora del Instituto de la Memoria (Gogora) a propuesta del PNV, aunque en sus orígenes políticos fue portavoz de otra formación, Aralar, hasta que rompió con ella por su acercamiento a la izquierda abertzale tradicional en el germen de la creación de la actual EH Bildu.
El consejo de administración de EiTB, reunido este martes en Bilbao, recibió de la dirección del ente la información del nombramiento y una explicación sobre el currículum de Ezenarro, que es periodista y licenciada en Ciencias Políticas por la EHU y que después completó su formación con un máster en derechos humanos (2013) y otro más reciente (2025) en formación del profesorado. En su trayectoria profesional, ha trabajado en 'El Mundo' y en una productora para ETB, en la revista de Elkarri (donde coincidió con quien luego la acompañaría en el Gobierno de Iñigo Urkullu, Jonan Fernández) y después ya en las instituciones con Aralar primero (concejal en Getaria, juntera en Gipuzkoa y parlamentaria autonímica) y con el PNV después (asesora de derechos humanos y directora de Gogora desde su creación).
Ezenarro sustituye a Iñigo Camino, precisamente director de comunicación del área del Gobierno de la que colgaba Gogora en la pasada legislatura, el Departamento de Igualdad, Justicia y Políticas Sociales. El periodista Camino ha emprendido una nueva etapa profesional y deja vacante un puesto en el que ha estado aproximadamente medio año. Se trata de una plaza del organigrama para la que ha habido que superar un proceso de selección externalizado a la consultora Campo & Ochandiano, según fuentes conocedoras del nombramiento. Ahora no se ha vuelto a celebrar un nuevo proceso y se ha tirado de la bolsa creada en la primera ocasión, agregan. Desde ese puesto, Ezenarro coordinará los contenidos memorialísticos, particularmente en televisión, aunque fuentes internas explican que no tendrá capacidad de condicionar los contenidos editoriales en los diferentes soportes informativos.
La exdirigente de Aralar accedió desde primera hora a la dirección del Instituto de la Memoria. Fue su única directora, de hecho, hasta que con la salida de Iñigo Urkullu el PNV renegoció el reparto de áreas con su socio de coalición, el PSE-EE, y le cedió la cartera de Justicia y Derechos Humanos, de la que cuelga Gogora. Durante su etapa, este periódico informó de las decenas de adjudicaciones a un grupo de empresas de un cargo del PNV de Gipuzkoa, Aitor Elorza. El grupo Montai facturó decenas de miles de euros con contrataciones directas de Gogora. Asimismo, el nuevo director socialista, Alberto Alonso, aseguró que quiere imprimir “rigor histórico” al trabajo del organismo y compareció en el Parlamento Vasco para dar cuenta de su actividad, una obligación legal nunca cumplida por su predecesora. Durante el traspaso de poderes, Ezenarro llegó a iniciar la tramitación de un decreto después ya de la investidura de Pradales y cuando estaba claro que no continuaría en el cargo.
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