La Diputación de Álava alardea de su salud financiera

La última calificación de la agencia de medición de riesgos Fitch otorgándo un notable alto a la Diputación de Álava ha hecho disparar la euforia en la institución foral. La agencia acredita la “solvencia” financiera y crediticia de la Diputación, por lo que esta confia en que a medio plazo podrá trasladar esas buenas sensaciones al mercado laboral y a la creación de empleo. La paradoja es que mientras la Diputación de Álava alardea de su fortaleza económica, el paro no da tregua a la provincia.

El diputado de Hacienda, Finanzas y Presupuestos de la Diputación alavesa, Aitor Uribesalgo, ha asegurado que la reducción del endeudamiento permite generar las condiciones “óptimas” para favorecer la financiación de empresas y ejecutar inversiones. Aunque el gobierno foral no genera empleo directamente, el diputado espera que estas políticas, así como las fiscales y las sociales, darán su fruto en la creación de puestos de trabajo.

La paradoja es que a pesar de disponer de un menor presupuesto propio, el diputado ha asegurado que ha aumentado el gasto social. ¿Y cómo lo ha hecho? “Pues gestionando mejor y reduciendo los gastos corrientes. Nuestra prioridad es el gasto social”, ha recalcado Uribesalgo. A pesar de esta aparente fortaleza económica

En 2012, el presupuesto propio de la Diputación se financiaba en un 27 % vía endeudamiento, mientras que en 2013 bajó al 17,2 %, en 2014 al 14 % y en 2015 se prevé que se sitúe en el 12,2 %. El endeudamiento neto en 2012 fue de 88,7 millones y en 2015 se espera que sea de 15,5 millones. Actualmente, la deuda de la Diputación asciende a 500 millones de euros.