La Conferencia Internacional de Cambo ha puesto en valor el “momento histórico” que se vive en Euskadi tras la decisión de ETA de disolverse y cerrar su ciclo histórico de manera definitiva. Pero los líderes que han tomado la palabra -entre ellos Gerry Adams, Jonathan Powell y Brian Currin, firmantes de la Declaración de Arnaga leída al final del acto- han querido hablar sobre todo de futuro. Y consideran que, como ha señalado el abogado sudafricano Currin, “el proceso de paz no se ha completado” y aún quedan asuntos por abordar, entre los que ha citado la “reconciliación”, todo lo relacionado con las víctimas y el futuro de los presos de ETA y exiliados, algo en lo que se ha insistido con profusión a lo largo de las intervenciones de los líderes internacionales.
“Todos los vascos, por diferentes razones, están celebrando hoy el anuncio realizado ayer por ETA de su disolución”, ha apuntado Currin al tomar la palabra, después de que los presentes en la reunión hubieran guardado un minuto inicial de silencio por todas la víctimas. Una celebración que el abogado sudafricano espera que tenga vocación de “inclusiva”.
Currin ha remarcado que “el proceso de paz no se ha completado” y que aún quedan asuntos, entre los que ha citado la “reconciliación”, las víctimas y el futuro de los presos de ETA. Currin ha apuntado que espera que las instituciones, partidos y grupos sociales coadyuven para “lograr soluciones para las consecuencias de la violencia”, en alusión a las exigencias de las víctimas y la situación de los 285 presos de ETA. Todo dentro de una vocación de “reconciliación”, ha remarcado en varias ocasiones el abogado sudafricano.
Gerry Adams ha ido más allá y ha pedido al Gobierno español que acerque a los “prisioneros vascos” a cárceles del País Vasco. Para el exlíder del Sinn Fein, “la paz no se hace en un solo acontecimiento” como el que se ha vivido este viernes en la villa de Arnaga, en la localidad vascofrancesa de Cambo, es “un proceso, un viaje”. “Todas las víctimas deben ser escuchadas”, al señalado el histórico líder del movimiento republicano irlandés, al tiempo que ha subrayado que “el odio y la venganza no son una opción”.
Por su parte, el que fuera jefe de gabinete del presidente británico Tony Blair ha querido recordar a la víctimas en este “momento histórico” en el que se está escribiendo “la última página de este conflicto”. Jonathan Powell ha indicado que “sin violencia muchas cosas son posibles a nivel político, económico y social” y cree que tras este día de “celebración” y “mirando al futuro” se abre una “gran oportunidad para el País Vasco. ”El diálogo puede traer la paz“, ha apuntado Powell, quien ha recordado en su alocución la celebración hace tres semanas del Acuerdo de Viernes Santo en 1998, que abrió la puerta a la paz en Irlanda del Norte.
Finalmente, Cuauhtemoc Cárdenas, fundador del Partido de la Revolución Democrática (PDR) de México, ha señalado que a partir de ahora los miembros de ETA y el pueblo vasco podrá seguir su “lucha por sus derechos y libertades” “a través de vías políticas e institucionales”.
También ha saludado a los presentes el exalcalde de Cambo y diputado en la Asamblea Nacional, Vicent Bru; el presidente de la Mancomunidad vascofrances, Jean René Etchegaray. Ambos han saludo la “resolución democrática” dada al “conflicto” con la decisión de ETA de disolverse.
De la Declaración de Aiete a la de Arnaga
Al filo de las 13:30, se ha procedido a la lectura de la Declaración de Arnaga: Primero la joven de Gernika Irati Agorria la ha leído en euskera, después el exdirector del Fondo Monetario Internacional, Michel Camessus, Jonathan Powell en inglés, y Cuauhtemoc Cárdenas, finalmente en castellano.
La declaración firmada por los siete agentes y exlíderes internacionales en la villa de Cambo reconoce que “hará falta un espíritu de generosidad par curar las heridas y reconstruir una comunidad compartida”. Y recuerda que “aún están por resolver asuntos importantes, como el de los presos y huidos”, al tiempo que reclama “más esfuerzos para reconocer y asistir a todas las víctimas”.
“Creemos que construir una paz necesita de diálogo político entre los actores principales. Recurrir solo a medidas de seguridad y prisión es raramente eficaz”, se apunta.
Y, mirando al futuro, se apunta: “Debe haber más esfuerzos para reconocer y asistir a todas las víctimas. Esto requerirá que todas las partes sean honestas sobre el pasado, y hará falta un espíritu de generosidad para curar y reconstruir una comunidad compartida. Saludamos la reciente declaración de ETA en la que el grupo reconoce los sufrimientos que ha ocasionado y apoya el trabajo de reconciliación que queda por llevar a cabo. Aún queda mucho por realizar por todas partes”, se advierte.
El acto de este viernes en la villa Arnaga de Cambo, que se ha diseñado a imagen y semejanza de la llamada Conferencia de Aiete, celebrada el 17 de octubre de 2011 en San Sebastián, ha sido organizado por el Grupo Internacional de Contacto (GIC), que lidera el abogado surafricano Brian Currin, el Foro Social Permanente y la asociación vascofrancesa Bake Bidea. Desde primeras horas, Brian Currin, bajo el sol y con una temperatura muy agradable, acompañado del presidente de la Mancomunidad del País Vascofrancés, Jean René Etchegaray, han ido recibiendo uno por uno a los exmandatarios internacionales. Ambos también han dado la mano a los representes de los partidos (PNV, EH Bildu y Podemos, que han llegado juntos a las 11:35 con el líder peneuvista, Andoni Ortuzar abriendo la comitiva) y sindicatos (ELA, LAB y UGT, que han llegado al filo de las 12 horas y también juntos) que han acudido a la cita en la localidad vascofrancesa. Prácticamente todos y todas con sus mejores trajes, atuendos y bolsos para un encuentro con pretensiones de histórico. En total, unos 90 invitados han participado en una reunión que ha contado con la cobertura de unos 300 periodistas y trabajadores de la comunicación.
Pero en realidad, el encuentro ha quedado un tanto descafeinado, dado que el anuncio del fin de ETA, a través de la carta publicada por este periódico en el que la organización terrorista anunciaba ya el final de su ciclo histórico y la decisión de disolver “completamente todas sus estructuras”, ha trastocado de alguna manera los planes y los tiempos de la escenificación final de la organización armada.
El líder del Sinn Fein Gerry Adams, Jonathan Powell, exjefe de gabinete de Tony Blair, y Bertie Ahern, el que fuera primer ministro de Irlanda, acudieron pronto. No han participado otros líderes internacionales que sí acudieron a Aiete como Kofi Annan, exsecretario general de la ONU, y la noruega Gro Harlem Brundtland. Sí han acudido otros dirigentes internacionales, como el mexicano Cuauhtemoc Cárdenas, fundador del Partido de la Revolución Democrática (PDR) de México y tres veces candidato a la presidencia del país americano o el exdirector del Fondo Monetario Internacional, Michel Camdessus. Finalmente no ha acudido el premio nobel de la Paz en 1980 y activista por los derechos humanos, el argentino Adolfo Pérez Esquivel,
No han faltado a la cita en Cambo-les-Bains representantes de la Fundación Herni Dunant, el centro por el diálogo que difundió desde Ginebra (Suiza) la grabación con la voz en castellano de José Antonio Urrutikoetxea, Josu Tenera, y Soledad Iparraguirre, Amboto,
El lugar elegido para dar la última cobertura internacional a la despedida de ETA tras casi 60 años de terror, asesinatos y extorsión, es un chateau francés, la Villa Arnaga, una casona de estilo neovasco de principios del XX que fue construida por el escritor y dramaturgo Edmond Rostang -autor de Cyrano de Bergerac, y que actualmente alberga un museo abierto al público.
Tras la lectura de la Declaración de Arnaga, los líderes de los partidos y organizaciones que han acudido a la villa vascofrancesa valoraron la cita y la decisión final de ETA. Abrió el turno de palabra el presidente del PNV, Andoni Ortuzar, quien dedicó sus primeras declaraciones a las víctimas del terrorismo. Ortuzar ha recordado que el PNV ha discrepado “radicalmente” tanto de los fines como de los métodos de ETA “desde el principio, desde su nacimiento”. “No tuvo sentido su origen y menos sus tristes e injustificables acciones. Es el sentimiento que creemos que también tiene la inmensa mayoría del pueblo vasco”, ha añadido.
Ortuzar ha querido felicitar “al conjunto de la sociedad” vasca por “haber sido capaz de resistir a ETA y a sus ataques e impedir que prosperara su proyecto totalitario”. En su opinión, sin ETA, la sociedad vasca “se sacude el plomo de las alas y podrá volar en libertad para ser lo que quiera ser”.
Personas que estaban en la zona donde esperaban su turno para explicar su postura ante la decisión de ETA aseguraron que al líder de EH Bildu, Arnaldo Otegi, no le gustaron las palabras del dirigente peneuvista y lo hizo patente con algún comentario de desaprobación por el contenido de su discurso.
Pero sin duda la intervención más dura que se ha escuchado en el palacio de Arnaga ha sido la del líder de la UGT, Raúl Arza. El líder de la central ugetista GT Euskadi ha acudido a Cambo-les-Bains para “certificar de una vez que la organización terrorista ETA desaparece definitivamente tras décadas de terror, acoso y asesinatos al conjunto de la sociedad vasca y española”, y “en especial” a su sindicato, “que sufrió en primera persona su violencia de persecución y su negativa a reconocer la pluralidad de la sociedad vasca”.
Arza, que basó su intervención en el comunicado redactado tras el final de la organización terrorista, ha destacado que, tras décadas de “terror” ETA desaparece “unilateralmente sin conseguir ninguno de sus objetivos, dejando miles de víctimas inocentes por una violencia que causó un daño injusto e irreparable y que nunca debió existir ya que en ningún caso se justifica la utilización de la violencia para la consecución de objetivos políticos”.
Para UGT Euskadi, la conferencia internacional “no puede ser una celebración ni el broche final a décadas de violencia sin sentido”.
Arza también tuvo unas palabras de esperanza para el futuro. Tras la disolución de ETA, “que llega tarde”, su organización espera que “se abra nuevo escenario que nos acerque a la convivencia pacífica en todos los ámbitos, incluido el laboral, que la sociedad vasca y española se merecen”.