El Gobierno vasco anuncia cinco años de paz social en Prisiones y busca completar la plantilla de la Ertzaintza en 2030

El Consejo de Gobierno, que se ha retrasado esta semana por una conferencia de Eneko Andueza en Bilbao, ha dado luz verde este martes a dos acuerdos anunciados en julio. Por un lado, se ha puesto negro sobre blanco el primer convenio de las Prisiones vascas, transferidas por el Estado en 2021 y que, en estos años, han sido objeto de todo tipo de controversias laborales e incluso de traslados de funcionarios a la red del Estado. Por otro lado, ha quedado visado el “plan de empleo” para la Ertzaintza, otro foco de conflictividad en los últimos años, que pospone a 2030 el objetivo de cumplir con la plantilla de 8.000 efectivos acordada con el Estado en 2004 y que, salvo en un momento muy concreto en 2011, nunca se ha alcanzado.

La consejera socialista María Jesús San José ha presentado el desarrollo del acuerdo alcanzado en verano con ACAIP-UGT, el sindicato mayoritario, y CCOO. Está dotado con 2,7 millones de euros y comporta mejoras retributivas con carácter retroactivo desde abril (pluses de peligrosidad de 175 euros mensuales para funcionarios con contacto directo con los presos o de nocturnidad de 250 euros mensuales, además de elevar el pago de horas las extras de 15 a 30 euros la hora) y cambios en otros ámbitos a partir de 2026, como la jornada laboral, que se equipará ya a la del resto de servicios autonómicos. Es una pretendida paz social para “cinco años”.

Son tres las cárceles vascas, Zaballa en Álava, Basauri en Bizkaia y Martutene en Gipuzkoa. Se ha prometido que será en 2026 cuando se ponga en marcha la nueva penitenciaría de Zubieta, mucho más moderna y amplia. Según San José, este acuerdo laboral permitirá “gestionar a más de 800 personas trabajadoras y atender a unas 1.700 personas reclusas” y desarrollar un modelo basado en los “derechos humanos” y “reinserción”. La consejera ha apuntado a las mejoras también en ámbitos como euskera, formación o igualdad.

El Gobierno vasco ha logrado desbloquear esta legislatura, igualmente, tanto el convenio del profesorado de la red pública, con una mejora salarial del 7%, como el convenio de la Ertzaintza, con decenas de nuevos pluses y la promesa de 4.200 euros más hasta 2028. Precisamente en la Policía vasca se ha presentado ahora el “plan de empleo” complementario al convenio y que se cerró con los mismos firmantes, Erne, Esan y Sipe. El consejero del PNV Bingen Zupiria ha dicho que no solamente se trata de alcanzar la cifra mágica de 8.000 efectivos sino de “mantener en el tiempo ese contingente”.

Aunque en la nota informativa del Consejo de Gobierno se apuntaba a 2028 como momento para completar la plantilla, Zupiria ha admitido que será en 2030, como él mismo ya había avanzado en primavera. El motivo es que, aunque el plan de empleo se agote en 2028, los ertzainas que se puedan formar entonces se incorporarían a todos los efectos dos años después. Actualmente, la plantilla tiene 7.300 efectivos, es decir, 700 vacantes. El consejero de Seguridad ha descartado “de momento” plantear que el Estado pueda aceptar una ampliación de la dotación por encima de los 8.000 agentes.

La primera medida es activar una OPE extraordinaria de un mínimo de 150 plazas para atender las plazas no cubiertas de la actualmente en marcha, la promoción número 34, con 473 puestos ofertados pero un elevado número de suspensos. La cifra definitiva de esa promoción 35 será la necesaria para cubrir todas las vacantes y se harán algunos pequeños ajustes en la evaluación dadas las cifras de no aprobados anteriores. Pero Zupiria ha explicado que no se trata solamente de incorporar a nuevos ertzainas, sino también la necesidad de “hacer sitio” a nuevos funcionarios de la escala básica con convocatorias de promoción, ascenso y especialización para los que actualmente ocupan esas plazas.