Pradales insiste en apelar a que desaparezca el “ruido” y a la necesidad de “engrasar” la coalición de PNV y PSE-EE

Con la crisis de los últimos días aún latente y con visos de que se reactive en próximas fechas, el lehendakari, Imanol Pradales, se ha conjurado contra el “ruido” en la coalición que sustenta su Gobierno, la de PNV y PSE-EE, y ha insistido por cuadruplicado en la importancia del valor de la “estabillidad”. El bien superior, que es Euskadi, le obliga a él, en primera persona, a “engrasar” que el bipartito funcione y, a este respecto, ha insistido en que la relación en el Consejo de Gobierno entre los consejeros de uno y otro partido es poco menos que excelente.

Pradales ha respondido a preguntas sobre este asunto de los periodistas en Ajuria Enea, donde se ha reunido con la presidenta navarra, María Chivite, para firmar una renovación del convenio de colaboración entre sus respectivas comunidades autónomas. Ha sido el final de una semana larga e intensa con cruces de reproches entre nacionalistas y socialistas y que tiene su origen, en esta ocasión, en la iniciativa para blindar la exigencia de euskera en la Administración registrada en solitario por el PNV en el Parlamento Vasco y para cuya tramitación se ha apoyado en la principal fuerza de la oposición, en EH Bildu.

El lehendakari ya quiso templar los ánimos este miércoles, en Madrid, donde insistió machaconamente en la idea de la “estabilidad”, precisamente en contraposición con la polarización en España. Después, varias fuentes reseñan que dirigentes de PNV y PSE-EE acordaron bajar la inflamación y señalar a EH Bildu de manera conjunta, en busca de un enemigo común. Pero el intento fracasó.

Sso saltó por los aires a las pocas horas, incluso con consejeros implicados en la refriega, siguió el jueves y todavía este viernes la presidenta del PNV alavés, Jone Berriozabal, ha criticado al líder de los socialistas vascos, Eneko Andueza. El futuro del puerto de Pasaia y el centro de refugiados de Arana también separan a los socios.

Ahora, Pradales quiere volver a reclamar que las aguas vuelvan a su cauce. “Soy el lehendakari del Gobierno vasco, que es un Gobierno de coalición, que funciona y debemos preservar el bien superior, que es que está atendiendo a las demandas de la ciudadanía vasca, en el ámbito de la sanidad, de la vivienda, de la industria y de la seguridad”, ha recalcado. ¿Lo logrará? “Hay asuntos en los que no vamos a coincidir, porque no hay voluntad de hacerlo. Hay que gestionar estas cosas”, indican fuentes del bipartito.

El lehendakari no ha aclarado si ha tenido una conversación con Andueza. Se ha limitado a reseñar que todos los días que en el Parlamento Vasco se celebra un pleno tiene por costumbre departir con los “portavoces” de los partidos. Las fuentes consultadas indican que sí han coindicido en las últimas horas pero nadie confirma si ha ido más allá de un encuentro casual en unas escaleras, que es lo único que está documentado.

Al lado de Pradales, Chivite se ha referido también a la salud de su Gobierno. En su caso, los socialistas son el socio mayoritario y el PNV, dentro de Geroa Bai, el minoritario, como la coalición de izquierdas Contigo/Zurekin. ¿Es para ella la formación nacionalista un buen socio? “Sí, tengo que decir que sí”, ha señalado con vehemencia la presidenta navarra.