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Feijóo usa su comparecencia en el Parlamento gallego sobre la COVID para cargar contra el Gobierno central por “fragmentar la sociedad española”

El presidente de la Xunta siempre habla con para dos audiencias, la interna en Galicia y la externa en Madrid. Ni siquiera en una comparecencia monográfica como la de este miércoles en el Parlamento gallego, dedicada al coronavirus, fue capaz de evitarlo. Su intervención, producida a petición del BNG, fue una mezcla de moderado triunfalismo en comparación con otras comunidades y ataques al Gobierno central, al que acusó de ser “hiperactivo en asuntos que fragmentan a la sociedad española”.

Feijóo se refería en concreto a tres asuntos que, desde hace unos días, agita en sus redes sociales y medios afines. Siempre desde una interpretación particular de la realidad. Para el barón gallego del PP, la coalición de socialistas y Podemos quiere “imponer la verdad oficial a los medios de comunicación” y “eliminar el castellano como lengua vehicular de la educación”. Durante sus mandatos, el gallego retrocedió legislativamente por primera vez en la historia de la autonomía. Y los trabajadores de los medios públicos gallegos encadenan años de protestas contra la manipulación informativa. La situación de los órganos rectores de la justicia, bloqueada justamente por su partido, también le merece indignación. Tanta que habla de “políticas que equiparan a España con democracias en retroceso”. No la mencionó, pero la sombra de la Hungría de Orban, a quien el PP español ha apoyado en la Eurocámara, planeaba en su discurso.

Para el presidente gallego, en todo caso, hay “un desasosiego generalizado” en la población porque el Ejecutivo de Sánchez “insiste en introducir debates que dividen”. En su opinión, todo esto sucede mientras “España sigue con una legislación como si no hubiese una pandemia” o se niega a reducir el IVA de las máscarillas “porque dejaría de recaudar 1.600 millones de euros”. Y, según la línea que ha defendido en los últimos meses y que contradice a lo que había sostenido al final de la primera ola, lo hace mediante “un rompecabezas de 17 autoridades delegadas para un problema que es nacional”.