El presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha retomado su agenda pública habitual tras unos días de descanso en Argentina. Esas vacaciones otoñales -lo habitual es que se tome unos días libres en agosto- generaron polémica en la política gallega, con acusaciones de la oposición de que había alterado el calendario del Parlamento para poder hacer un viaje privado. Rueda ha contestado reafirmándose en su decisión: “Sin comentarios. Está muy bien que estas sean las críticas que cree que hay que hacer el PSOE respecto a mi labor como presidente. Muy bien, muy tranquilo”.
“Los políticos somos personas”, justificó en su comparecencia tras la reunión semanal del Gobierno gallego. Y, en su caso, insistió en que ese descanso en octubre fue a cambio de los días en los que tenía previsto estar libre en agosto y tuvo que interrumpir para desplazarse a las zonas afectadas por los históricos incendios del pasado agosto.
La noticia de que el presidente gallego iba a estar descansando unos días se conoció el domingo 5 de octubre, cuando su equipo informó de que se iba a ausentar y de que se encargaría de los asuntos relacionados con la Presidencia de la Xunta el conselleiro Diego Calvo.
La líder del BNG recuperó unas palabras que pronunció el pasado verano el presidente del PP español, Alberto Núñez Feijóo, y dijo que “las vacaciones solo están sobrevaloradas cuando no se trata de un presidente del Partido Popular”. El PSdeG lo acusó de haber cambiado el calendario del Parlamento para cogerse vacaciones. Con la programación habitual, tendría que haberse celebrado un pleno la pasada semana, pero se retrasó a la actual. El cambio se pidió a finales de julio, antes de los grandes incendios, por cuestiones de agenda del presidente. El PP aseguró después que el presidente con problemas de agenda era el del Parlamento, Miguel Santalices, no Rueda.