No queda claro si es un autobús o un tranvía, pero es indudable que tiene la capacidad de superar los atascos en las grandes ciudades. En la ciudad china de Qinhuangdao, la primera unidad operativa hizo el primer recorrido de pruebas. La plataforma rodante discurrió a lo largo de 300 metros en una zona controlada, dejando espacio suficiente bajo ella para que circulen los coches.
Sólo se probó un vehículo –de 22 metros de largo, 7,8 de ancho y 4,8 de altura– con capacidad para 300 pasajeros, que entran y salen de él por su parte superior.
El proyecto prevé que toda esa estructura, que estaría formada por un máximo de cuatro vagones, podría circular hasta a 60 kilómetros por hora sobre unos raíles. “Tiene las mismas funciones que el metro, pero su coste de construcción no llega a la quinta parte”, dijo un ingeniero de la empresa promotora a la televisión china CCTV.
Cinco ciudades han firmado contratos con la compañía para instalar el autobús elevado en sus calles.