Los socialistas encumbran a Nicolas Schmit, un candidato de perfil bajo para las elecciones europeas

Irene Castro

Roma —

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Pistoletazo de salida de los socialdemócratas para las elecciones del próximo mes de junio. La familia europea del PSOE ha elegido este sábado oficialmente al luxemburgués Nicolas Schmit como candidato global (spitzenkandidaten) para los comicios. La decisión, formalizada por unanimidad en una votación a mano alzada dado que era el único aspirante en el congreso que el Partido Socialista Europeo (PES, por sus siglas en inglés) ha celebrado en Roma, supone competir con un perfil bajo frente a la actual presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, que es la favorita para repetir en el cargo.

Von der Leyen tiene ya el apoyo del canciller, Olaf Scholz, en cuyo acuerdo de gobierno figura apoyar a un aspirante alemán por encima de las siglas. También Pedro Sánchez, que es la otra gran referencia de los socialistas a nivel europeo, se inclina por la dirigente del Partido Popular Europeo si en el reparto de los cargos del poder ese partido se queda con la cúspide del gobierno comunitario, que es lo más normal. Los socialdemócratas, por tanto, se juegan la partida en otros 'top jobs', como la presidencia del Consejo Europeo.

Schmit cumple algunos requisitos que venían bien a los socialdemócratas en esta campaña, como no levantar excesivas ampollas. “Vamos a trabajar por una Europa más social”, ha dicho la secretaria de Política Internacional del PSOE, Hana Jalloul, que ha definido al luxemburgués como un “candidato bastante de consenso” y una persona con “mucho talento”. “Un campeón social”, le ha defendido la líder del Partido Democrático italiano, Elly Schein, que le ha mostrado apoyo ante el fracaso de la 'ley rider' europea, que ha sido una de las grandes medidas de su mandato, pero Alemania y Francia la han torpedeado.

“Eres mucho más que el candidato de los socialistas europeos. Eres el candidato de esos europeos que conservaron su empleo durante el confinamiento. De esos millones de trabajadores que se beneficiaron de la directiva sobre el salario mínimo y de las iniciativas sobre la renta mínima”, le ha dicho Pedro Sánchez ensalzando la labor del comisario de Empleo en estos cinco años: “Para nosotros es un verdadero privilegio dar esta batalla a tu lado”. No obstante, el presidente del Gobierno no ha estado presente en su elección y ha abandonado el centro de convenciones unas horas antes, tras su discurso y el del primer ministro portugués, António Costa.

La batalla que ha mencionado Sánchez es, para los socialdemócratas, fundamentalmente combatir el aumento de la extrema derecha en Europa que pronostican las encuestas. “La extrema derecha es una amenaza para los ciudadanos y para el proyecto europeo. Es un veneno para la democracia. Nuestros valores son irreconciliables con los suyos. La extrema derecha quiere enfrentar a las personas entre sí, mientras que nosotros queremos unir a la gente. Nuestra familia política tiene una línea roja clara: nunca cooperaremos ni formaremos coaliciones con la extrema derecha”, recoge el manifiesto adoptado este sábado por el PES. No es, por tanto, baladí que los socialistas hayan elegido Roma para celebrar su congreso para contraponer su proyecto al de Giorgia Meloni, que ha cosechado recientemente su primera derrota electoral.

Continuar con la agenda verde, pese a las protestas

El texto se centra fundamentalmente en los aspectos sociales con compromisos relativos al trabajo, los derechos de las mujeres o al Pacto Verde -que está amenazado por la intención del PPE de dar marcha atrás-. “Rechazamos la idea de una pausa”, ha dicho Schmit sobre la posición del PPE, que ha planteado una moratoria de dos años para la legislación medioambiental. “El cambio climático se está acelerando y por eso necesitamos continuar actuando”, ha defendido.

También refleja una apuesta por el aumento de los impuestos a las grandes corporaciones y los ricos. “Las grandes empresas, los grandes contaminadores y los ultrarricos deben pagar lo que les corresponde, en Europa y en todo el mundo”, expresa el documento.

Igualmente, incluye una alusión a uno de los principales retos que afrontan los 27 a las puertas de las elecciones europeas: la revuelta de los agricultores en todo el continente. “No estamos de acuerdo con el planteamiento de los conservadores de que la sostenibilidad es enemiga de los agricultores”, señala el programa, que reconoce la necesidad de “reforzar la Política Agrícola Común (PAC) de la UE para apoyar a los agricultores” y protegerles de la “competencia desleal de los terceros países”, además de permitir “precios justos en la cadena de valor”. “Los agricultores deben recibir apoyo financiero y técnico para alcanzar los objetivos de transición a métodos de cultivo respetuosos con el medio ambiente”, agrega el documento, que también recoge la intención de reducir el uso de pesticidas, precisamente una regulación que Von der Leyen ha retirado como gesto a los agricultores tras ser rechazada en la Eurocámara.

Schmit carga contra Netanyahu

El manifiesto, sin embargo, pasa de puntillas por la guerra en Gaza, uno de los temas que más aplausos despertó de los delegados en los discursos. En su discurso, Schmit ha abogado claramente por un alto el fuego y ha censurado el “castigo colectivo” a la población palestina. Y, sobre todo, ha cargado contra Benjamín Netanyahu: “Soy un amigo de Israel, pero no olvido nunca que este gobierno es de extrema derecha y este gobierno esta listo a abolir la democracia y los que están en ese gobierno mataron el proceso de paz en 1995”.

El texto, por el contrario, elude criticar a Israel, que es un asunto muy divisivo dadas las posiciones de delegaciones como la alemana. “Trabajaremos para poner fin a los conflictos, la inestabilidad y las tragedias humanitarias en Oriente Medio y en otros lugares. Apoyamos una conferencia de paz internacional para lograr una solución equitativa de dos Estados entre israelíes y palestinos que respete los derechos y deberes de ambos pueblos”, son algunos de los puntos más destacados que figuran en el programa.

Los socialdemócratas se suman a la corriente de los 27 que consideran que la UE debe aumentar sus capacidades en materia de seguridad y defensa. “Apoyamos el desarrollo de la industria europea de defensa mediante un gasto específico y un gasto más inteligente, mayores adquisiciones conjuntas de productos de defensa, una cooperación más estrecha en inteligencia y una mayor colaboración en ciberseguridad y protección de infraestructuras críticas”, señala el programa.