Al menos 4.750 científicos e investigadores rusos han firmado una carta abierta exigiendo el “cese inmediato” de todas las hostilidades contra Ucrania. Mikhail Gelfand, bioinformático del Instituto Skolkovo de Moscú, ha sido el impulsor de la iniciativa, publicada en TrV-Nauka, un diario digital científico e independiente que coedita.
Entre las firmas, que siguen creciendo, hay biólogos, matemáticos, físicos, geólogos, químicos, lingüistas, filólogos e historiadores, entre otros, muchos de ellos pertenecientes a la Academia Rusa de Ciencias. La Federación Europea de Periodistas Científicos anunció también su respaldo a la carta el pasado fin de semana.
“Está claro que Ucrania no representa una amenaza para la seguridad de nuestro país. La guerra contra ella es injusta y francamente insensata (…). Estamos convencidos de que todos los problemas en las relaciones entre nuestros países pueden resolverse pacíficamente”, dice la carta.
“Muchos de nosotros tenemos familiares, amigos y colegas científicos que viven en Ucrania. Nuestros padres, abuelos y bisabuelos lucharon juntos contra el nazismo. Desatar una guerra en aras de las ambiciones geopolíticas de los líderes de la Federación Rusa, impulsada por dudosas fantasías, es una cínica traición a su memoria”.
El texto denuncia finalmente la “degradación cultural y tecnológica” que supondrá el aislamiento internacional de Rusia. “Los científicos ya no podremos hacer nuestro trabajo con normalidad: después de todo, realizar investigaciones científicas es impensable sin la plena cooperación con colegas de otros países”.
Escribe Emili Serra.