Birmania celebra un referéndum a pesar de la catástrofe del Nargis
La Junta Militar que gobierna Birmania procedió hoy con la celebración del referéndum constitucional, pese a las solicitudes de la comunidad internacional para posponer la convocatoria a la luz de las catastróficas consecuencias del paso del ciclón 'Nargis', que podría haber dejado hasta más de 100.000 muertos, según estimaciones facilitadas por Naciones Unidas.
No obstante, el plebiscito ha sido pospuesto dos semanas en la zona del delta del río Irrawaddy y la ciudad de Rangún, las zonas más afectadas. Sin embargo, se ha llevado a cabo en otras partes del aislado país de 53 millones de habitantes del sudeste de Asia.
La televisión estatal reiteró el viernes sus peticiones a los ciudadanos para que acudan a votar, sin mencionar al millón y medio de afectados se han quedado sin casa o comida, ni a las decenas de miles de muertos o desaparecidos en la feroz tormenta provocó hace una semana. “Aquellos que valoran el bienestar nacional deberían ir y votar 'sí'”, dijo MRTV en un titular que pasó por la pantalla.
Incluso antes del paso del 'Nargis', los grupos que se oponen al Gobierno militar, junto con gobiernos extranjeros liderados por Estados Unidos, habían denunciado a la constitución y a la votación como un intento de los militares de legitimar sus 46 años en el poder.
DEMOCRACIA
Después de los problemas de la Junta para responder al desastre, hay incluso más cinismo ante el intento de los generales de seguir adelante con su “hoja de ruta hacia la democracia”, que debería terminar con elecciones con múltiples partidos en el 2010.
“¿Será esto una votación? No lo creo”, dijo uno de los empresarios en Myaung Mya, un pueblo al borde del devastado delta del Irrawaddy. “Ellos toman tu nombre y tu número de identificación. Luego saben su les diste un sí o un no”, agregó.
El Gobierno militar ha aceptado comida, agua y equipamiento de varios países y agencias de la ONU, a pesar de las quejas de las organizaciones internacionales, que acusan a la Junta de impedir su labor para distribuir los bienes de primera necesidad. Decenas de expertos en ayuda, acostumbrados a ingresar a las zonas de desastre dentro de 48 horas, aún están esperando visas una semana después de que el ciclón y las marejadas arrasaron la zona del delta.
PETICIONES ANGUSTIOSAS
Naciones Unidas ha solicitado 187 millones de dólares en ayuda, aún cuando no existen certeza de que la comida, el agua y las tiendas que se transporten al país asiático vayan a ser entregadas entre los más necesitados debido a que la junta se muestra reacia a aceptar a los trabajadores internacionales de ayuda.
Durante una sesión de emergencia en Nueva York, decenas de enviados de la ONU expresaron sus preocupaciones ante las dificultades que tenían los trabajadores de ayuda para ingresar al país, pero el delegado birmano insistió en que la comida y otros suministros eran enviados a donde eran necesarios en cuanto llegaban.
“Estamos listos para cooperar totalmente”, dijo en la reunión el embajador Kyaw Tint Swe. “En lo relativo al acceso, escuchamos y ciertamente informaremos a las autoridades”, agregó.
El Programa Mundial de Alimentos (PAM) de la ONU suspendió brevemente su cadena aérea de ayuda después de que 38 toneladas de alimentos y suministros médicos fueron confiscados en el aeropuerto de Rangún, la ex capital. Los generales aprobaron un vuelo de ayuda estadounidense, que en teoría debería llegar el lunes.
“Vamos a hacer un uso tan efectivo de ese vuelo como podamos”, dijo el portavoz del Departamento de Estado de Estados Unidos, Sean McCormack. Aunque la autorización es “positiva”, dijo, se necesitan muchos más vuelos con ayuda para abordar el desastre.
CIFRA DE MUERTOS
Myanmar no ha actualizado la cantidad oficial de muertos desde el martes, cuando dijo que casi 23.000 personas habían muerto y 42.000 estaban desaparecidas. Incluso esas cifras, que posiblemente aumentarán, convierten a Nargis en el peor ciclón que ha azotado Asia desde 1991, cuando 143.000 personas murieron en Bangladesh.
La encargada de negocios de Estados Unidos, Shari Villarosa, ha dicho que la cifra de muertos podría llegar a 100.000.
Con cada día que pasa, aumenta la presión sobre la junta militar para que admita una gran operación de ayuda internacional antes de que el hambre y las enfermedades aumenten aún más la cantidad de víctimas.
La Armada de Estados Unidos está enviando buques que realizaban ejercicios en Tailandia hacia Myanmar, y el ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner, dijo que enviará un barco militar con 1.500 toneladas de ayuda, el que debería llegar a mediados de la próxima semana.
El buque, Le Mistral, es capaz de transportar helicópteros de carga pesada y es uno de los mismos que se utilizó para evacuar a ciudadanos franceses desde el Líbano en el 2006.
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