La Rioja establece un nuevo código para atender a pacientes con infarto cerebral
El infarto cerebral (ictus) es la segunda causa de mortalidad en España, afecta más a mujeres que a hombres. Además, es la primera causa de discapacidad en mayores.
La Consejería de Salud activa el Código Ictus, una secuencia de actuaciones coordinadas de diferentes servicios hospitalarios y de urgencias hospitalarios para identificar y administrar tratamiento trombolítico a aquellos pacientes que han sufrido un ictus isquémico agudo y que cumplen unas condiciones determinadas para que su administración sea beneficiosa. Hasta la fecha, la atención al Ictus ha seguido una sistemática que, según la evidencia científica, situaba la eficacia de los fármacos utilizados, los fibrinolíticos, por debajo de las tres horas desde el inicio de los síntomas de la enfermedad o accidente cerebrovascular. Hace algo menos de un año se ha constado que la “ventana terapéutica” se encuentra en torno a las 4 horas y media. Este margen permite organizar una nueva sistemática del Código Ictus.
El ictus o la enfermedad cerebrovascular es una enfermedad causada por un trastorno circulatorio cerebral que ocasiona una alteración transitoria o definitiva del funcionamiento de una o varias partes del encéfalo. En función de su naturaleza se divide en isquemia cerebral y hemorragia cerebral. Sus síntomas más característicos son: torpeza en las extremidades, desviación de la cara, alteración del habla, alteración del equilibrio y/o disminución del nivel de conciencia.
La Consejería de Salud prepara una campaña informativa para que la población pueda identificar los síntomas del Ictus para, de esta forma, se pueda actuar con mayor celeridad.
La demostración de la eficacia de la trombolisis precoz en el tratamiento del infarto cerebral agudo en las primeras cuatro horas y media ha hecho que la isquemia cerebral pase de considerarse de una de las enfermedades con peor pronóstico, a una de las enfermedades neurológicas con mayores posibilidades terapéuticas.
Los fibrinolíticos son un grupo de fármacos capaces de disolver los coágulos, que cuando son administrados a las personas indicadas y en el tiempo preciso, incrementan en un 30% la probabilidad de recuperarse después de sufrir un ictus.
Pero, para que el tratamiento trombolítico sea eficaz, el tiempo transcurrido desde la aparición de los síntomas hasta la administración del mismo no debe superar las cuatro horas y media, esto es lo que se conoce como “ventana terapéutica”. Para intentar acortar al máximo este tiempo, Salud ha establecido una cadena asistencial del Ictus que permite reducir la demora tanto extra como intrahospitalaria.
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