La tercera dosis rebaja los índices de mortalidad y hospitalización en las residencias
Las tres dosis de la vacuna contra la COVID-19 están protegiendo a los usuarios de las residencias de personas mayores de La Rioja de la enfermedad grave y el fallecimiento a pesar del número de positivos registrados en estos centros residenciales de La Rioja a lo largo de esta sexta ola.
Según ha destacado el Gobierno regional en una nota, la situación en las residencias de personas mayores de La Rioja es un reflejo de la evolución de la pandemia en la sociedad. La transmisión comunitaria de una variante que se extiende de forma extremadamente rápida entre la población está teniendo su reflejo en los centros residenciales de personas mayores.
Sin embargo, y a pesar de las cifras registradas, desde el Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Servicios Sociales y Gobernanza Pública, se insiste en que la vacuna está frenando el peor rostro de la COVID-19 porque “el índice de mortalidad en estos centros es ínfimo. Atrás quedaron los 211 fallecidos en la primera ola; los 75 en la segunda; o los 24 en la quinta ola. A lo largo de esta sexta ola han fallecido dos personas residentes en un centro de personas mayores lo que demuestra que la tercera dosis de la vacuna aminora la mortalidad a pesar de que siguen falleciendo residentes con las tres dosis, personas en su mayoría, muy frágiles, de edad avanzada y con otro tipo de patologías”, han señalado desde el Ejecutivo.
De igual forma, “la tercera dosis de la vacuna también está protegiendo a las personas mayores que viven en residencias de la enfermedad grave porque prácticamente la totalidad de los 202 positivos registrados este viernes son asintomáticos o padecen una sintomatología muy leve. Desde el 1 de diciembre se han realizado un total de 23 derivaciones de usuarios de residencias de personas mayores a centros hospitalarios motivados por la COVID-19”.
Las medidas siguen en vigor
La seguridad de los usuarios y trabajadores de estos centros ha sido prioritaria a lo largo de toda la pandemia, razón por la que, desde el Gobierno de La Rioja, a través de la Consejería de Servicios Sociales y Gobernanza Pública, se han ido adecuando los distintos protocolos.
En estos momentos continúa vigente el del 21 de diciembre de 2021 que exige el certificado COVID-19 a los visitantes. Aquellas personas personas que no dispongan pasaporte COVID podrán acceder al centro residencial tras acreditar ser negativos mediante un test de antígenos que deberá realizarse en presencia del personal propio centro, prueba que deberá ser aportada por el propio visitante.
De igual forma, el protocolo que actualmente está en vigor limita las visitas a aquellas residencias de personas mayores y personas con discapacidad en los que no haya ningún residente positivo por COVID-19, ni ningún residente en situación de aislamiento y se establece un máximo de dos personas por visita.
Las visitas tienen una duración de 60 minutos, dos visitas por semana y dos personas por visita.
En cuanto al lugar de la realización de las visitas, que se realizan con cita previa, estas se están llevando a cabo con cita previa, preferiblemente en el exterior, manteniendo la distancia de seguridad de 1,5 metros y bajo la estricta supervisión del personal del centro.
Los residentes que hayan permanecido fuera del centro más de 24 horas deberán realizarse un test de antígenos a su regreso y a las 72 horas posteriores. En las residencias en las que haya casos positivos, no se podrán realizar nuevos ingresos. En las que sí se puedan realizar nuevos ingresos, el nuevo usuario o usuaria deberá acreditar ser negativo en COVID a través de un PCR negativo.
Por su parte los trabajadores y trabajadoras de estos centros también deberán cumplir una serie de requisitos para garantizar la seguridad de los propios usuarios y del resto de profesionales.
De esta forma, el protocolo elaborado por el Gobierno de La Rioja recoge que los profesionales de estos centros que no tengan la pauta de vacunación completa deberán realizarse test de antígenos cada 72 horas, pruebas que deben realizarse por los centros con material propio y/o a través de sus respectivos Servicios de Prevención de Riesgos Laborales.
Por último, el personal que se encuentre ausente por vacaciones o por algún otro motivo, se le realizará un test de antígenos a su regreso independientemente de su estado de vacunación.
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