Ha pasado más de una semana de la terrible explosión de gas en el número 25 de Gran Vía y el recuerdo de la tragedia sigue estando muy presente en la ciudad. Se lo recuerdan además, los andamios que desde ayer se están instalando en la fachada del edificio. Son 20 metros de andamiaje que servirán para facilitar el trabajo de los operarios en el desmontaje de un edificio que fue declarado en ruina y con un peligro de derrumbe más que evidente.
Es en la parte trasera donde está el trabajo más duro. Y es que fue presuntamente en la cocina, que daba al patio, donde se produjo la explosión. Las habitaciones de esa zona del edificio fueron las más afectadas y serán en ellas donde se realicen las labores de investigación para hallar restos mortales del padre y la pequeña fallecidos en la explosión.
Las obras de demolición supondrán cortar el paso peatonal en la acera del edificio, entre las calles María Teresa Gil de Gárate y República Argentina.
La empresa que llevará a cabo el derribo del edifico pertenece al Grupo Ortiz y llegará en próximos días. Las labores de desmontaje durarán al menos, dos meses.