Reglas para combatir la depresión post-vacacional

Puede que esté deprimido porque se ha gastado demasiado dinero, o porque muchas horas junto a su pareja han llegado a agotarle. Pero también puede que simplemente sea una víctima del estrés post- vacacional. Se trata de un estado de ánimo pasajero que afecta a uno de cada tres españoles.

En las vacaciones decidimos que hacer con nuestro tiempo, y eso deja de ocurrir cuando volvemos al trabajo.

Entonces tiene lugar un cambio en el que se retoma el sentido del deber. Y pueden surgir el mal humor, la nostalgia, la irritabilidad, desajuste del sueño nocturno, malestar digestivo, e incluso pequeños estados de ansiedad.

Lo normal es que el malestar dure un periodo de entre uno y 30 días.

Parece ser que los que más sufren todo esto son los trabajadores de mediana edad, entre 30 y 44 años.

Según los psicólogos para que la vuelta de las vacaciones no suponga un trauma, antes de partir hemos de procurar:

_ No considerar las vacaciones como la solución a los problemas, la felicidad es una lucha continua.

_ Descansar lo suficiente, pero no estar todo el día durmiendo.

_ Cultivar aficiones que tengamos olvidadas.

_ Dedicar un tiempo a desarrollarnos como personas. La lectura es una de las recomendaciones.

_ Mentalizarse de que también podemos ser felices tras la vuelta al trabajo.

_ Gozar del tiempo improductivo y aprovecharlo para alimentar nuestro espíritu de energía mental.

Y una vez terminadas las vacaciones, también existen recomendaciones para afrontarlo:

_ Una de las más importantes es no tratar de incorporarse a la vorágine a un ritmo muy acelerado. Es mejor aumentar el rendimiento laboral de forma paulatina.

_ Pedir apoyo a los demás. Resulta muy sano tener a alguien para desahogarse emocionalmente. Y si no es así, podemos escribir nuestros sentimientos diarios en un papel, y luego romperlo y tirarlo a la basura.

_ Tomar caminos diferentes para ir al trabajo también puede servirnos de ayuda para evitar la monotonía.

_ Un cambio de look puede sentarnos muy bien.

_ Planear una escapada de fin de semana nos ayuda a animarnos.

_ También hay que recordar las cosas buenas de nuestro curro. El trabajo nos dignifica. Hay que disfrutar de la satisfacción de ser una persona responsable y productiva que se supera día a día.

_ Y sobre todo, recordar que el deporte tiene un efecto positivo sobre la psique: aporta sensación de éxito y hace que aumente la autoestima.

Científicos de la Universidad de Estocolmo han comprobado que las personas que hacen deporte, al menos dos veces por semana, se sienten menos estresadas que aquellas que sólo lo hacen una vez u ocasionalmente.

Pero lo más importante para evitar ese síndrome prelaboral o post-vacacional según Alfredo Muñoz, del Departamento de Psicología Social de la Universidad Complutense de Madrid, es dedicar cada día un tiempo para el ocio, desarrollar un espíritu positivo, tomar las riendas de nuestra propia vida, y asumir el riesgo del cambio si no se está a gusto en un trabajo.

Por su parte, Jerónimo Saiz, el jefe del Servicio de Psiquiatría del Hospital Ramón y Cajal de Madrid, tiene otra “ receta” para quienes tras las vacaciones regresen al trabajo con la moral por los suelos: “ que piensen en todos los que no han podido tomar vacaciones porque no tienen un puesto de trabajo al que reincorporarse”.