Un Rubin eficaz
En estas, pagando al Rubin con su misma moneda, consiguieron el empate a las primeras de cambio. Fue también un golazo, en este caso de Ibrahimovic, que controló perfecto con el pecho, se orientó el balón dentro del área y envió un potente disparo al palo contrario.
El Barcelona se animó y volvió a cargar con fuerza contra los rusos. Consiguieron trazar otra bonita jugada colectiva, con paredes, recortes y pases a uno o dos toques que por un momento descolocaron a los de Turban Berdyev. Al final, Pedro cazó el balón en el área y puso a prueba al portero, que rechazó con problemas. Messi tuvo otra ocasión pero se topó otra vez con Ryzhikov.
Ibrahimovic quería la victoria. Cogió el relevo de Messi, que se fue apagando con el paso de los minutos, y se puso el equipo a las espaldas. No solo empató, sino que se mostró mucho más activo que en la primera mitad, se desmarcó en más ocasiones y hasta cogió la iniciativa en los saques de falta. Precisamente, fue de falta que casi consigue remontar él solo, con un misil que se escapó cerca del poste.
Pero del posible 2-1 se pasó al 1-2 en un santiamén. El Barça estaba dominando y en el Camp Nou, bastante gélido, se esperaba ya la remontada. Pero una contra muy bien llevada por el 'Chori' Domínguez -muy presente y correcto en todo el partido- acabó en un pase largo para Karadeniz que encaró a Valdés y le superó con facilidad. Fue todo un jarro de agua fría.
El Barça veía entonces cómo se le escapaba un partido que era vital ganar. Con el Rubin más encerrado atrás, los espacios se redujeron y los blaugrana cayeron en el error de centrarse. Tanto Messi como Bojan, que entró por Pedro, abandonaron las bandas y se taponó la zona de ataque. Aún y así, Xavi encontró a Messi con espacios, pero éste la dejó de cabeza para Ibrahimovic que empalmó una fuerte volea que se estrelló en el larguero para después salir fuera.
El Barcelona lo intentó pero la verdad es que le puso más intención que cabeza. No encontraron su espacio, muy bien cerrado por los rusos. Además, Alves se lesionó e incluso forzó de manera tonta antes de que Guardiola pudiera cambiarlo por Busquets. Piqué se sumó al ataque, como Alexanko en tiempos de Cruyff, y Touré también avanzó la posición. En él pudo estar el empate, pero su remate de cabeza tras un córner se fue al palo. En la última, Ibrahimovic realizó una chilena que se fue fuera, y con ella terminó el partido.
0