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Opinión - ¿Y ahora qué? Por Marco Schwartz

El nuevo Plan de Limpieza comienza a andar sin Chueca y Salesas

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y la delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, informaban el pasado martes en rueda de prensa del acuerdo al que se ha llegado con las empresas adjudicatarias de los contratos integrales de limpieza para que la ciudad de Madrid esté limpia. Desde ayer y de forma progresiva, se paralizarán los Expedientes de Regulación Temporal de Empleo (ERTES) que afectan a la actual plantilla, unos 4.000 trabajadores.

En esta primera etapa, quinientos trabajadores más llevarán a cabo tareas de limpieza y mantenimiento de zonas verdes, lo que contribuirá a garantizar la limpieza de las calles de la ciudad, que se establece en la “Cláusula uno” del contrato. Así, se intensificarán las inspecciones y se podrán en marcha 147 actuaciones intensivas en distritos. Además la Agencia para el Empleo iniciará un programa mixto de formación teórica en Limpieza y Zonas, con prácticas laborales remuneradas en las concesionarias.

La delegada de Medio Ambiente, Inés Sabanés, explicó en su intervención ante la prensa que «a partir de ahora aumentará la frecuencia de la limpieza en las calles secundarias» y pidió a los madrileños que informen sobre las calles más sucias para poder saber el grado de cumplimiento de las empresas adjudicatarias de los contratos integrales de limpieza (OHL, Sacyr, FCC y Ferrovial).

De manera paralela, se desarrollará una campaña de información y concienciación ciudadana que implique a las vecinas y vecinos en el mantenimiento de sus barrios. Con una duración prevista de dos años, el proyecto incluye novedosas propuestas dirigidas a los jóvenes, como una compensación por la recogida y entrega de latas en puntos de limpieza concretos.

Las claves del nuevo Plan de Limpieza Municipal

El Plan de Limpieza del Ayuntamiento arrancó ayer con las limpiezas intensivas y, en un período de aproximadamente tres meses, está previsto que estas actuaciones lleguen a los 128 barrios de los 21 distritos de la ciudad. Para ello se han intensificado los turnos de noche, mañana y tarde, y se ha planificado una mayor frecuencia tanto de presencia como de actuaciones de operarios de limpieza en las calles.

Un total de 520.000 metros cuadrados de once barrios de los distritos de Centro, Chamberí, Arganzuela, Salamanca, Retiro, Latina, San Blas, Barajas, Puente de Vallecas, Vicálvaro y Usera se beneficiarán de baldeos mixtos, barridos manuales y mecánicos, eliminación de pintadas y aplicación de productos antigrafitti, peinados, recogida de muebles y enseres, eliminación de manchas y olores, papeleras y doggys, desbroces y fregados entre los días 1 y 4 de octubre. El lunes 5 comenzará otra planificación a siete días.

En el vecino barrio de Universidad las mangueras empezaron ayer a levantar la suciedad acumulada en las calles, pero que sólo cubrirá la mitad de Malasaña, la que va desde la calle San Vicente Ferrer hasta la calle Carranza. La zona sur, que llega hasta la Gran Vía, tendrá que esperar a fechas posteriores para poder recuperar su esplendor.

Dossier Plan Limpieza Madrid

Dossier Plan Limpieza Madrid

La patrulla de limpieza de la Calle Justiniano

Una vez más los planes de limpieza inminente el Ayuntamiento de Madrid relega al olvido a las calles de Chueca y Salesas. Cansados de que la suciedad se apodere del barrio, algunos vecinos y comerciantes han decidido tomarse la justicia por su mano y ser ellos mismos quienes se encarguen de realizar esos trabajos de limpieza y jardinería que les niegan los servicios municipales.

Bien lo saben los de la calle Justiniano, que tal y como revela El Mundo, han creado todo un equipo que vela por la limpieza de la vía y no duda en intervenir ante las conductas incívicas, para que la vía reluzca en todo su esplendor: personas que tiran la publicidad del parabrisas al suelo, dueños que no recogen los excrementos de sus canes, fumadores que convierten los alcorques en ceniceros...

De manera organizada, cada uno de los miembros de la brigada de limpieza, recogen los papeles y colillas del suelo, barren asfalto y aceras y baldean la calle con manguera (cada uno tiene la suya). Y lo hacen tan bien que los empleados de limpieza del Ayuntamiento ni tan siquiera pasan a limpiar por Justiniano.

Algo que consideran injusto, pues pagan los mismos impuestos que el resto de madrileños, y además le están dedicando su tiempo y sus propios recursos particulares. ¿Traerá cambios el nuevo plan de limpieza y podrán estar Justiniano y el resto de calles del barrio de Justicia en condiciones sin esfuerzos adicionales de vecinos y comerciantes?