El Ayuntamiento de Madrid ha empezado a informar este viernes a los vecinos y conductores de Palma, San Vicente Ferrer y Espíritu Santo sobre la nueva configuración del aparcamiento en Malasaña, que se implantó en la madrugada del lunes al martes con la delimitación de una línea blanca y la prohibición de estacionar en ellas.
La información ha llegado en forma de nota colocada en portales y parabrisas de vehículos estacionados, en la que se advierte que la grúa retirará los coches y motos que aparquen en los lugares antes señalados a partir del martes, 7 de marzo.
La nota también indica que se han creado nuevas zonas de aparcamiento para residentes en el entorno de la calle Santa Cruz de Marcenado, donde la disposición de los coches en batería ha facilitado la pintura de 108 plazas de estacionamiento.
Bolardos e impresiones vecinales
Bolardos e impresiones vecinales
Operarios municipales ya trabajan en el serrado de bolardos en las calles donde se han eliminado los aparcamientos -se retirarán hasta 450- y colocación de diferentes elementos de mobiliario urbano, para delimitar unas aceras que crecerán considerablemente respecto a la situación anterior.
La llegada de esta nueva estructura a unas calles que llevan viendo coches aparcados toda la vida ha sido recibida con alegría por los comerciantes y de manera dispar por los vecinos. Aunque muchos de ellos celebran poder caminar de forma holgada por calles como Palma, con aceras de 60 centímetros en algunos tramos, otros se quejan de que el aparcamiento a partir de ahora será más complicado en la zona, tanto para residentes como para los que acuden de visita en su propio vehículo.